Roberto Valdivia
Ciego de Ávila, (PD) El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de
las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. Se recomendó a todos los Estados miembros que este texto fuera
publicado y que procuraran que esta fuera divulgada, expuesta, comentada
y leída en las escuelas, universidades y demás establecimientos de
enseñanza, sin discriminación o distinción alguna basada en la situación
política de los países.
En el documento, las Naciones Unidas han expuesto los derechos que
tienen todos los seres humanos en condiciones de igualdad.
Cuba es cosignataria de esta declaración. Al cumplirse el sexagésimo
tercer aniversario del histórico evento, el gobierno cubano continúa sin
comprometerse con el respeto a los más elementales derechos del ser
humano y lo que es peor, continúa con la violación de cada uno de sus
enunciados. Durante este año que culmina, la cúpula gobernante cubana
volcó todo su aparato represivo dirigido por la policía Seguridad del
Estado, contra la oposición pacífica.
Numerosos son los ejemplos del aumento de la represión. Asedios, acosos,
persecuciones, interferencias en las comunicaciones y correspondencia,
detenciones arbitrarias, reclusión domiciliaria, encarcelamientos y
golpizas. Víctimas de estas violaciones han sido las Damas d Blanco
tanto en Santiago de Cuba como en La Habana. Los integrantes de la
Coalición Central Opositora y los de Resistencia Cívica "Orlando Zapata
Tamayo" en las ciudades de Placetas, Santa Clara, Sancti Spíritus,
Cienfuegos, Ciego de Ávila y Camagüey. Los miembros del Partido
Democrático 30 de Noviembre, Frank País, periodistas independientes,
blogueros, etc.
En días pasados fui víctima y testigo de un operativo de carácter
nacional, organizado y dirigido por la policía de Seguridad del Estado
contra los integrantes del Partido Democrático 30 de Noviembre. ¿El
motivo? Evitar que realizaran actividades para conmemorar el
levantamiento del 30 de noviembre. Durante varios días la policía
política realizó visitas de intimidación y acoso a integrantes de ese
partido opositor, a todo lo largo y ancho de la Isla. Otros fueron
conducidos y detenidos en los cuarteles y unidades de la policía
nacional. En estos enclaves, fueron amenazados con ser encarcelados y
reprimidos por el "pueblo" (léase actos de repudio organizados por el
gobierno) si realizaban cualquier reunión.
En algunos casos, elaboraron 'actas de advertencia' por actividad
subversiva y sus viviendas estuvieron vigiladas durante días para
detectar cualquier movimiento. Los opositores pacíficos, por su parte,
insisten en ganar el espacio que les pertenece por derecho propio, y de
nada sirvieron la intolerancia del gobierno, sus amenazas y detenciones
arbitrarias. Nada pudo impedir la realización de las actividades
previstas para la ocasión.
Si algo tuvo de positivo los operativos policiales fue demostrar al
mundo la naturaleza represiva del régimen cubano.
Los días 3 y 4 de diciembre, la televisión oficial presentó como parte
de los ejercicios militares del día de la defensa, el "enfrentamiento" y
contención de la contrarrevolución interna, que no es otra cosa que la
oposición pacífica.
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