[24-12-2011]
Angélica Mora
(www.miscelaneasdecuba.net).- Los contactos desde la Isla tienen un solo
lamento: Una vez más... Una vez más, mueren las esperanzas de salir de
la gran cárcel que es la Isla de Cuba y poder hacer lo que el resto del
mundo libre realiza libremente. Entrar y salir las veces que la persona
quiera a la Patria, porque ese es su derecho.
He recibido varias llamadas telefónicas y mensajes en mi correo
electrónico donde, luego de los saludos por las fiestas de final de año,
han venido amargas quejas de los cubanos que esperaban que esta vez sí
las cosas en la Asamblea Nacional se iban a presentar diferentes y Raúl
Castro iba a abrir su mano de hierro, para permitir la salida de miles
que así lo desean desde hace años. Pero el Dictador Suplente se limitó a
reiterar "que los cambios se harán paulatinamente", a su manera.
Asimismo, criticó a los que quieren apresurar el paso en las reformas.
Raúl Castro teme, que si abre un poco los dedos ya no los va a poder
volver a cerrar y los cambios lo afectarían al abrirse los cubanos
directamente al mundo.
Con un cinismo excepcional, le echó la culpa a los Estados Unidos de ser
el culpable que no se hagan los cambios en la abierta salida de cubanos
al exterior: "No pocos consideran urgente la aplicación de una nueva
política migratoria, olvidándose de las circunstancias excepcionales en
que vive Cuba, bajo el cerco que entraña la política injerencista y
subversiva del gobierno de Estados Unidos". Como aspecto teatral de su
discurso anunció indultos a nacionales y extranjeros. La medida
alcanzará sólo a presos "sin antecedentes penales previos, que
obtuvieron un oficio y elevaron su nivel cultural y posibilidades de
reinserción social".
El Dictador Suplente no tomó en cuenta que la apertura en la reforma
migratoria le habría hecho ganar puntos con la Comunidad Internacional y
le habría permitido abrir una válvula de escape a la enorme presión que
existe dentro del pueblo.
Con su acostumbrada falta de madurez política perdió la gran oportunidad
de retroceder desde los pies mismo del abismo al que tanto le teme.
Con esta decisión causó más dolor e indignación entre los cubanos que
tendrán otro motivo más para seguir avanzando en sus protestas en el año
que se avecina.
Como nota jocosa condenó la represión contra los indignados en otros
países. No hubo nadie en la Asamblea que levantara la voz y le
preguntara -simplemente como chiste- por Ivvone Malleza.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34674
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