[21-12-2011]
Julio César Gálvez
Preso de Conciencia de la Causa de los 75
(www.miscelaneasdecuba.net).- Adentrados en la segunda década del siglo
XXI Internet está transformando nuestro concepto del mundo en que
vivimos y revolucionando nuestras vidas. Gracias a Internet podemos
establecer relaciones con personas que habitan en cualquier parte del
planeta, compartir fotos y videos al instante con familiares y amigos,
obtener información sobre cualquier tema, expresar nuestras opiniones,
mostrar capacidades artísticas a la vista de millones, y hasta comprar
las mercancías más inimaginables a cualquier hora del día o la noche, en
ese gigantesco bazar creado por el hombre. La lista de opciones es, como
Internet, infinita.
Por desgracia, este medio de comunicación y educación no puede ser
utilizado libremente por todos los habitantes de la Tierra. Cuba es
quizá, aunque parezca paradójico, el único país en el mundo donde sus
habitantes no tienen libre acceso al uso de la red de redes.
Recientemente el periodista y escritor hispano-francés Ignacio Ramonet,
durante una de sus tantas visitas a Cuba, dijo ante un grupo de
estudiantes de la Universidad de la Habana, en la presentación de su
libro La explosión de la comunicación, "todo el mundo tiene la capacidad
de producir información, incluso las personas que no tienen acceso a la
electricidad"
Ramonet, fervoroso simpatizante del régimen cubano y autor del libro
Cien horas con Fidel, en el que recoge largas horas de conversaciones
sostenidas con Castro, comparó la era de Internet con el avance
revolucionario que significó la invención de la imprenta en el siglo XV
y manifestó que Internet rompe el "… monopolio de la información que
detentaban los grandes medios de comunicación".
Defendió que los jóvenes de la isla tengan a su alcance las mismas
tecnologías de la información y las comunicaciones que el resto de sus
similares en el orbe y condenó "el bloqueo electrónico" de Estados
Unidos, al cual La Habana culpa de que la isla tenga uno de los más
bajos índices de conectividad de América Latina.
Lamentablemente el señor Ignacio Ramonet, quien vive en Francia,
desconoce la realidad de cuanto sucede puertas adentro en la isla de
Cuba. Primero, no existe establecimiento comercial donde comprar una
computadora y quien la tiene en su casa es porque ha ido armando un "
cacharro " – con piezas de aquí y de allá -- o la recibió, enviada o
llevada por algún familiar que reside en el extranjero,
después de "tocar" con unos cuantos dólares a los funcionarios de la
Aduana del aeropuerto, para poderla introducir.
Después viene el problema de la conexión, lo que los habitantes de la
Mayor de las Antillas solucionan comprando la contraseña – por 20 cuc,
moneda interna para la compra en tiendas en divisas, equivalente al
dólar -- de alguna empresa o centro turístico con acceso a Internet
por motivos de trabajo con extranjeros.
Según un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas, señala que en
el 2010 sólo el 2,9 por ciento de los cubanos se conectó a Internet y
apenas el 6 por ciento de esta cifra pudo llevarlo a cabo desde su vivienda.
La Junta Militar que rige los destinos de Cuba, que ejerce un férreo
control de todos los medios de comunicación, sólo permite el acceso a
Internet a empresarios extranjeros y diplomáticos acreditados en la
isla, algunas entidades de dirección gubernamental, turísticas y
profesionales seleccionados, considerados confiables y leales al Partido
Comunista de Cuba, el único permitido en el país.
Tras mucho anuncio, se terminó de tender un cable de fibra óptica desde
Venezuela, el cual según fuentes oficiales, multiplicará por 3,000 la
capacidad de conexión de la isla, pero después de varios meses de su
ejecución -- marzo del presente año – aún no está en funcionamiento. Al
respecto ya las autoridades han aclarado que no habrá mayor acceso para
los cubanos.
"El acceso de todos los cubanos, está sujeto a grandes inversiones que
el país no está en condiciones hoy de financiar", dijo el ministro de
Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, durante la celebración
del taller "Los medios alternativos y las redes sociales", celebrado en
La Habana a inicios del presente mes, y que contó con la participación
de expertos de 13 países.
El temor del totalitarismo cubano ante el uso libre de Internet por
parte de los habitantes de la isla, tras las revueltas en el mundo
árabe, es palpable. Es el poder y las prebendas de los intocables el que
está en juego.
"Estamos frente a la dicotomía entre el uso individual y social de la
tecnología, frente a la dominación y la liberación", aseveró el
canciller en su intervención, quien puntualizó "es imprescindible una
estrategia política en el ciberespacio".
La visión de una red de redes donde todos colaboran y comparten
información y conocimientos en paz y armonía también tiene su reverso
tenebroso: intrusos, virus, timos piratería, espionaje…, pero para los
cubanos, carentes de todo tipo de información, no sólo internacional,
sino también de lo que ocurre en su patio, sólo existe Internet Cero.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34649
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