Opositores dicen que la liberación de 2.900 presos es "estética" e
"insuficiente"
"Ante los gestos de la escena internacional, el Gobierno cubano solo
hace muecas", dijo el activista Elizardo Sánchez
Agencias, La Habana | 24/12/2011
La oposición cubana ha aplaudido la liberación de 2.900 presos cubanos
anunciada por el Gobierno de Cuba, pero la ha tildado de "estética" e
"insuficiente", reportó Europa Press.
Además, han atribuido dicha decisión a la visita en primavera del Papa
Benedicto XVI, según han declarado la periodista y activista pro
Derechos Humanos, Yoani Sánchez; el presidente de la Comisión Cubana de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez,
el disidente cubano Guillermo Fariñas y la líder de las Damas de Blanco,
Berta Soler.
Yoani Sánchez ha afirmado que, "sin lugar a dudas, cualquier paso como
este será bien recibido". Aunque ha mostrado su satisfacción con este
anuncio, ha insistido en que "no ve la luz al final del túnel".
Al respecto, Elizardo Sánchez ha calificado esta medida de "estética" y
de "respuesta mezquina". "Ante los gestos de la escena internacional, el
Gobierno cubano solo hace muecas", ha criticado el presidente de la
CCDHRN, ya que solo supone "excarcelar a cerca de 3.000 prisioneros" de
un total de "70.000 u 80.000 que hay encarcelados en 200 prisiones y
campos de prisioneros". "Estas medidas son cosméticas, una mera excusa
para entretener a la opinión internacional", ha agregado.
"Necesitamos señales claras", ha dicho Elizardo Sánchez, y "nos
alegramos, pero es insuficiente, es un ultraje a la inteligencia por
engañarnos de esta manera".
Por su parte, la líder de las Damas de Blanco no considera que la
liberación de 2.900 prisioneros cubanos sea "un avance", puesto que la
intención primera del Gobierno de Raúl Castro es "limpiar las cárceles
cubanas". Asimismo, ha reiterado que este indulto es únicamente "cosmético".
No obstante, los dirigentes opositores han coincidido en apuntar a la
visita del Papa Benedicto XVI a Cuba en primavera como la razón
principal que ha motivado a las autoridades cubanas a aprobar este indulto.
En este sentido, Fariñas ha manifestado que La Habana pretende con esta
"medida cosmética" sacar "capital político" a la visita de Benedicto
XVI. Además, ha argüido que pretende posicionarse, a tenor del cambiante
contexto político en Venezuela, donde su presidente, Hugo Chávez, está
recuperándose de un cáncer, y en España, donde ha ascendido al poder el
Partido Popular, más escéptico en su política hacia Cuba.
Piden una reforma del código penal
La oposición ha reclamado al unísono más reformas encaminadas a un mayor
respeto de los Derechos Humanos. "La gran pregusta es si (el Gobierno)
despenalizará los delitos que se les imputan a los 2.900 prisioneros
liberados", ha declarado Yoani Sánchez.
La bloguera ha esgrimido que muchos de los presos cubanos acusados de
atentar contra la seguridad del Estado han colocado "carteles
antigubernamentales" en sus casas o fachadas "como los 'indignados' en
España".
"Las reformas son bienvenidas", pero tiene que cambiar "la poca
profundidad" de estas, ha continuado Sánchez, "no basta con el indulto".
"Hay que reformar el código penal, ya que hay ciertos delitos que son
insostenibles" y las cárceles cubanas están a rebosar de prisioneros a
los que no se les puede sustentar, ha apostillado.
Por su parte, Elizardo Sánchez ha vaticinado que "no habrá más
reformas". Ha criticado las realizadas hasta ahora por el Gobierno
cubano desde que Fidel Castro enfermó, puesto que han sido de "poco
calado", y ha exigido que "no se criminalice" la defensa de los derechos
fundamentales.
Soler ha sostenido que "derogar la ley que penaliza ciertos derechos
será un avance" y un síntoma de que "algo está cambiando realmente". Al
respecto, la líder de las Damas de Blanco ha argumentado que esta medida
supone "una válvula de escape" para las autoridades cubanas, como lo fue
a comienzos de 2010, cuando cientos de disidentes cubanos fueron liberados.
Por último, Fariñas ha atribuido el anuncio de la liberación de 2.900
presos al intento del Gobierno de Castro de "ganar credibilidad ante la
UE, el único bloque al que puede engañar prometiendo reformas".
El disidente cubano ha demandado una "reforma penal" cuya "verdadera
intención" sea la de eliminar "la impunidad de las autoridades
policiales que abusan de la ciudadanía" y hacia "la mejora de la vida
del pueblo cubano".
El Gobierno cubano ya anunció una liberación de similar envergadura
cuando el anterior pontífice, Juan Pablo II, confirmó su visita a Cuba
en 1998. Fue después de su estancia en La Habana cuando las autoridades
cubanas liberaron a cerca de 300 prisioneros, entre ellos, 101 presos
políticos.
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