Associated PressPor ANDREA RODRIGUEZ | AP
LA HABANA (AP) — El presidente Raúl Castro le puso un freno a las
expectativas generadas entre los cubanos de adentro y afuera de la isla,
observadores extranjeros y medios de prensa sobre una inminente reforma
migratoria.
Castro aseguró el viernes por la tarde ante centenares de diputados de
la Asamblea del Poder Popular (el parlamento) que Cuba no aceptará que
la presionen para tomar medidas en el plano migratorio, aunque indicó
que se estudia una flexibilización.
Hubo "exhortaciones para que apresuremos el paso", comentó el
mandatario. "Se nos pretende imponer la secuencia de las medidas a tomar
como si se tratara de algo insignificante y no del destino de la
revolución".
Castro reconoció que él mismo había hablado de la necesidad de una
reforma migratoria en la sesión parlamentaria de agosto.
Sus palabras y una seguidilla de normas que ampliaban la iniciativa
privada, liberaban el mercado de compra venta de automóviles y casas
elevaron las expectativas de que finalmente se quitara la "tarjeta
blanca", un permiso o visa de salida del país muy criticado entre los
cubanos.
"Tras la autorización de compra y venta de autos particulares y
viviendas, no pocos consideran urgente la aplicación de una nueva
política migratoria olvidándose de las circunstancias excepcionales en
que vive Cuba bajo el cerco que entraña la política injerencista...del
gobierno de los Estados Unidos", expresó el mandatario.
El permiso de salida fue creado por las autoridades cubanas como una
medida de control a comienzo de la década de 1960 como una reacción a
las hostilidades de Washington, que organizó o financió ataques a Cuba y
amparó a muchos exiliados ligados a la dictadura de Fulgencio Batista.
"Reafirmo la invariable voluntad de introducir paulatinamente los
cambios requeridos", manifestó el mandatario. Agregó, sin embargo, que
no dejará de "valorar" las consecuencias de una reforma en este campo.
Normalmente el gobierno impide la salida de militares, científicos o
médicos, sea porque tienen información restringida o para evitar la fuga
de cerebros.
"Desde 1959 y en consecuencia con los elementos de politización e
ideologización que asumió el tema migratorio en los dos países (Cuba y
Estados Unidos), al acto de emigrar desde la isla se le otorgó el
significado de 'abandono de la patria' y por ende asumió diferentes
niveles de estigmatización", expresó el académico Antonio Ajá en su
libro "Al Cruzar la Frontera", editado por el Centro de Estudios
Demográficos de la Universidad de La Habana.
Castro aprovechó su discurso para tocar temas de corte internacional y
hasta abogar por el movimiento de los "Indignados", que marcharon en
ciudades europeas y estadounidenses.
"Instamos a esos gobiernos que tanto pregonan sobre democracia, derechos
humanos, libertad de prensa", expresó Castro, "a escuchar sus legitimas
demandas, a consultar a sus pueblos las políticas económicas, las
medidas de ajuste y a tomar en cuenta la opinión publica sin la brutal
represión que con frecuencia someten a las manifestaciones".
Tampoco obvió las tensas relaciones con su vecino Estados Unidos y
reiteró su interés en la normalización de las relaciones, pero desde una
posición de respeto a la soberanía nacional.
En su discurso el mandatario también anunció la decisión del Consejo de
Estado de indultar a más de 2.900 presos enfermos, viejos o de buena
conducta, la mayoría de ellos por delitos comunes.
La sesión de parlamento que clausuró Castro había comenzado en la mañana
con el informe sobre el avance de la economía del país.
El Ministro de Economía y Planificación, Adel Yzquierdo Rodríguez
confirmó que la nación caribeña cerrará sus cuentas en 2011 con un
crecimiento económico del 2,7% y no del 3% como se había planificado,
pero dijo sentirse satisfecho.
Paralelamente el ministro indicó que Cuba prevé un crecimiento del 3,4%
de su producto interno bruto para el 2012.
Los diputados también escucharon una comparecencia de la ministra de
Finanzas y Precios, Lina Pedraza, sobre el presupuesto, los ingresos y
egresos del Estado.
Pedraza indicó que los gastos y recaudaciones del Estado se
incrementarán para el 2012 y el déficit presupuestal será de 3,8%.
Este fue un año particularmente intenso en Cuba, luego de que a finales
del 2010 Castro iniciara lo que se dio en llamar la "actualización" del
modelo económico que contempló desde una apertura al trabajo
independiente, el recorte de puestos estatales, pasando por una
racionalización de los subsidios.
Un congreso del Partido Comunista en abril del 2011 avaló las medidas
del mandatario y aprobó seguir profundizándolo por lo que se sancionaron
leyes que permitieron a los cubanos por primera vez en décadas comprar y
vender casas o autos y obtener créditos bancarios para construir casas o
poner negocios.
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