Saturday, July 7, 2012

Cuba en los tiempos del cólera

Publicado el sábado, 07.07.12

Cuba en los tiempos del cólera
Ileana Fuentes

No, no es el título de una nueva versión de la novela de Gabo. El
esclerótico Gabo ya ordeñó el surrealismo cubano hasta la saciedad y la
fama. No, éste es el título de la tragedia real, la de la Cuba –supuesta
potencia médica– que se mueve hoy entre la hemorragia y la diarrea. No
ha habido un caso de cólera en Cuba desde 1882; la isla todavía era
colonia, la segunda guerra de independencia –la Guerra Chiquita– había
terminado en 1880, y la esclavitud perduraba y no se aboliría hasta
1886. ¡En esas condiciones paupérrimas y miserables –las de hace 130
años– ha sumido al pueblo de Cuba la dictadura socialista!

En 1997 fue la epidemia silenciada de dengue hemorrágico en Santiago de
Cuba, que destapó el médico opositor Dessy Mendoza Rivero por radio al
exterior. Ello le costó una condena de 8 años de cárcel; cumplió 18
meses dada la presión internacional por su libertad. Hoy –además de los
casos de dengue– es el cólera en la provincia Granma, en Manzanillo para
ser exactos, y ahora también en Trinidad y Santa Clara, y se dice que
hasta en La Habana.

Ya hay 16 muertos, aunque oficialmente sólo tres. La historia se repite.
En 1997, el Ministerio de Salud Pública ni siquiera informaría sobre la
epidemia desatada hasta que no tuvo más remedio. Hubo que confirmar la
noticia del Dr. Mendoza, a quien nunca reivindicaron. "El objetivo del
gobierno era encubrir la gravedad de la situación para no ahuyentar a
los turistas. Todo estaba dispuesto para Expo Caribe 1997; el Festival
del Caribe; el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes; y el
carnaval santiaguero" (Mendoza-Rivero, Dessy e Ileana Fuentes. Dengue:
La epidemia secreta de Fidel Castro. Washington DC: CFC Publications,
2000). La mentira costó entonces muchas vidas, muchas más de la cifra
oficial del 10% de 757 casos. Las mentiras abundan también ahora: se
informa que las muertes son por "deficiencia respiratoria".

Si aquélla fue una epidemia secreta, el brote de cólera es una debacle
no tan secreta de Raúl Castro, quien anda por la tierra del genocida Mao
buscando al médico que resuelva los problemas epidémicos, y un chino que
le ponga a cada cubano un cuarto para resolver la vivienda. ¿Hasta
cuándo seguirá esta mafia machista destruyendo ese país?

Lo tremendo del cólera es que mata a la velocidad del rayo. En horas se
deshidrata una persona por las diarreas incontrolables. Este desastre se
desata en femenino, porque la atención de enfermos en un hogar, su
limpieza e higienización están en manos de las mujeres, y las cubanas no
tienen desinfectante, ni agua potable –mucho menos fórmulas
farmacéuticas para rehidratar un organismo y equilibrar el nivel de
minerales–, ni alcohol de 90, ni detergente y cloro para lavar la ropa
contaminada, ni una docena de sábanas en los escaparates, ni toallas
suficientes, ni 25 mudas de ropa para que dé tiempo a lavar la
contaminada y colgarla al sol en las tendederas. ¿Quién va a terminar
con las manos sucias de heces coléricas, sin podérselas desinfectar?
¿Quién tendrá que hervir sábanas, pañales, blumers y calzoncillos? ¿Con
qué papel higiénico puede limpiarse alguien a quien se le escapa la vida
por el inodoro? ¿Inodoro? ¿Y qué de quienes tienen que acudir al
retrete, al excusado? ¿Qué posible higiene habrá en el hueco a nivel de
piso? Y con este calor de julio, cuando acuden los niños y jóvenes a
refrescarse en los ríos, ¿cómo quedarán las aguas públicas cuando los
intestinos descarguen descontrolados su letal contenido?

El Hospital Clínico Quirúrgico Celia Sánchez Manduley no dará abasto con
sus insuficientes recursos. ¡Qué ironía! Cuba, 2012: pacientes de cólera
en un hospital que lleva el nombre de la máxima revolucionaria y
manzanillera, bióloga y enfermera, a cuyo padre médico ayudó en la
crianza de los ocho hermanos a la muerte de su madre a consecuencia de
parto.

Cuando se informe oficialmente la demografía de esta epidemia, muy
probablemente abundarán las mujeres, además de menores, adolescentes y
ancianos. ¡Ni la moringa del médico chino cambiará el derrotero de
miseria y muerte de 11 millones de cubanos!

© Ileana Fuentes

http://www.elnuevoherald.com/2012/07/07/1246144/ileana-fuentes-cuba-en-los-tiempos.html

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