Saturday, May 26, 2012

La educación en Cuba y sus posibles cambios en un estado democrático

La educación en Cuba y sus posibles cambios en un estado democrático
[26-05-2012]
Yusmila Reyna Ferrera
Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Dentro de Los Enfoques y Percepciones
sobre el Proceso Cubano que investiga actualmente, el Centro de Estudios
Estratégicos para la Democracia Proactiva ¨José Ignacio García Hamilton¨
de Santiago de Cuba se propone la siguiente temática relacionada con la
educación, para la conformación de un diagnóstico integral de la
realidad cubana, que vaya preparando las propuestas de un proyecto de
nación democrática. Y que motive la apertura del debate público en
relación al tópico educativo, a la que nos sumamos con el presente
artículo.

El Gobierno cubano ha empleado diferentes métodos sutiles o no para
garantizar su poder, dentro de ellos, el adoctrinamiento ha ocupado un
papel primordial, pero ¿Cómo ha funcionado este método en relación a la
educación? El adoctrinamiento derivado del verbo adoctrinar tiene varios
sinónimos positivos como son educar, instruir, aleccionar, etc. Pero en
el caso cubano por los efectos negativos que ha producido no solo en el
comportamiento y valores de los cubanos, sino en el estado en sentido
general del país, nos gusta emplear el término con la acepción amaestrar
no en el sentido de adiestrar sino en relación a domar, domesticar,
amansar.

Se cree, debe considerarse al adoctrinamiento de la enseñanza en el país
no como un problema más o parcial de la sociedad sino como el problema
más importante. Ya que la falta de democracia en el país es resultado de
la no promoción de aprendizajes como el principio del interés público,
la toma de decisiones libres y responsables, la igualdad de
oportunidades, el respeto a la individualidad, etc. El atraso económico
es consecuencia mayormente de la ausencia y desactualización de
aprendizajes técnico- profesionales, así como los problemas sociales y
la desmoralización existente son resultado esencialmente de las lagunas
en la formación educativa (en valores) de la sociedad.

El adoctrinamiento tiene un procedimiento esencial que es el Trabajo-
Político Ideológico, éste ha estado dirigido no solo a los educandos de
los diferentes niveles de enseñanza sino a toda la población. Y se lleva
a cabo por diferentes canales: de persona a persona, a través de los
medios de comunicación masiva, de los sindicatos laborales,
organizaciones políticas y de masas, es decir en todos los espacios de
la vida social. Y por supuesto la educación, como el medio ideal y más
temprano de adoctrinamiento.

Este trabajo político e ideológico fue implementado en el país desde el
momento mismo del triunfo de la revolución en 1959, como un mecanismo
para garantizar la perpetuidad en el poder del nuevo gobierno como se ha
visto. Inculcando primeramente falsos ideales en el pueblo del que se
pueden citar tres ejemplos significativos: Primero, la idea de la
continuidad histórica de la revolución, dando la misma como resultado de
lo anhelado y por lo que lucharon los grandes hombres que fomentaron la
nación y la patria como Varela, Céspedes, Martí, Maceo, Mella, Guiteras,
etc. Segundo, establecer a Estados Unidos como nuestro enemigo
histórico, inculcando el odio hacia el sistema capitalista, y dando a
este país como el responsable principal de todos nuestros fracasos. Y
tercero, el ideal del socialismo como única opción posible para el
bienestar de los cubanos y garantía de libertad e independencia. En el
caso específico de la educación estos ideales fueron y continúan siendo
exacerbados en las actividades curriculares y extracurriculares en todo
el sistema educativo. En correspondencia también con la instauración de
la educación marxista - leninista y la patriótica desde el 1959.
Esta verticalidad y sometimiento educativo del pueblo por décadas no ha
ocasionado más que el fracaso del sistema educacional cubano, aun cuando
el Gobierno lo presenta como el mejor sistema de Educación del mundo.

Un aspecto esencial que sustentaría esta afirmación sería, las funciones
del proceso docente educativo o proceso de enseñanza aprendizaje, como
prefiero llamarlo en las diferentes enseñanzas, pues estas no se cumplen
y en el caso de la universidad el proceso fundamental que es el de
Formación de Profesionales tampoco.
Según la ciencia Pedagógica las funciones del proceso de enseñanza son
la instructiva, la educativa y la desarrolladora: la primera que alude a
los conocimientos y formación de habilidades no se cumple por la
impartición de contenidos parcializados, mutilados, como el pensamiento
de José Martí, así como temas y personalidades que han estado
censurados por décadas en la literatura, la música, las artes plásticas,
el deporte, la política, etc. Por haber hecho uso de su derecho a
expresarse libremente o de vivir en otro país, tal es el caso de Heberto
Padilla, Cabrera Infante, Mario Vargas Llosa, Celia Cruz, Duque
Hernández, Huber Matos y muchos más. Varias temáticas también son
censuradas como la sociedad civil, Economía del Capitalismo, Historia de
los Estados Unidos, derechos humanos, impartidos con la parcialidad de y
en el enfoque marxista.

Por otro lado, el estudio de la historia de nuestro país, se diseña e
implementa, pero no en su verdad o resaltando y censurando en su justa
medida cada personalidad y acontecimiento, sino está dirigido a
mitificar y heroizar figuras, sobre todo del proceso revolucionario de
1959, con Fidel Castro por supuesto, en primer lugar.

La función educativa, que alude a la formación de hábitos y valores en
los estudiantes se enmarca únicamente en los llamados valores del
sistema socialista cubano, no de los valores universales, por tanto los
educandos y profesionales cubanos se encuentran en desventaja respecto
al resto de los aprendices del mundo por su formación inválida e
incompleta. Además de manifestar comportamientos propios de un sistema
con estas mismas características: simulan, tienen una visión reducida,
poco objetiva y superflua en relación a muchos fenómenos o procesos, se
parcializan con facilidad, falta de educación formal y tolerancia,
prevalece el interés y no el humanismo, son esencialmente repetitivos y
no creativos, etc. Evidencia de que la formación de o en valores, aún es
una tarea pendiente en las aulas cubanas.

Entonces, la función desarrolladora que incluye prepararlos para la vida
en sociedad, comprometidos para transformar su realidad tampoco es
posible por las propias características del régimen al limitar todo tipo
de libertades al sujeto, por tanto es imposible que haya compromiso
social sin participación.

Este interés marcado de ideologizar la enseñanza como mecanismo de
dominación, ha traído consigo la existencia de una enseñanza pasiva,
acrítica y carente de toda iniciativa personal, que viabilice el
desarrollo del país. Donde las habilidades argumentar, criticar y
polemizar respecto a las decisiones y políticas de los ¨ guías de la
revolución ¨, así como proponer cambios profundos en el rumbo del país
está prohibido y por tanto, la cultura en términos generales y
específicos que se preserva es la que se identifica, favorece y en
ningún momento se opone a las doctrinas del régimen castrista. Mientras
que la cultura que se desarrolla está enmarcada o tiene límites solo
en/o hasta el sistema socialista, y por último tan solo se promueve o
difunde lo que la minoría en el poder quiere y le conviene. Por lo tanto
la misión de la Universidad de preservar, desarrollar y promover toda la
cultura de la Humanidad es puro slogan.

Con razón muchos aspectos del Sistema de Educación están bajo
cuestionamiento, pero se necesitan propuestas claras y concisas de cómo
se debe impartir una educación de calidad y con alcance para todos. Hay
que prevenir reclamos como los actuales en Chile, donde la política y la
ideología priman por encima de los derechos e intereses ciudadanos.

Entonces, ¿Qué alternativas o propuestas pudieran comenzar a realizarse
en las estructuras y funciones del sistema educativo cubano para cambiar
este deficiente estado de cosas.
Las propuestas para estas aspiraciones tendrán que ser profundas porque
no alcanza con eliminar los textos ideologizantes, para despolitizar la
Educación cubana, ya que todas las estructuras y funciones están
politizadas.

Lo primero en cambiar sería el objetivo general del proceso educativo a
todos los niveles, por estar dirigido como es lógico a la formación
político-ideológica de las nuevas generaciones para que se distingan por
su compromiso revolucionario.

Por otro lado, a pesar de que no resultaría tarea fácil desterrar las
ideas y actitudes de supeditación total a un sistema educativo dirigido
verticalmente, una de las acciones a ejecutar iría encaminada a renovar
el pensamiento del claustro profesoral, a favor de una enseñanza
participativa, abierta y crítica, unido a un elevado nivel
académico-científico, avalado por la actualización constante en las
tendencias pedagógicas contemporáneas sin parcialización en el Marxismo-
Leninismo como la verdad absoluta.

Resultaría obvio, eliminar del sistema todas aquellas estructuras que
funcionan para controlar políticamente a los docentes y estudiantes,
como son los departamentos de trabajo político, preparación para la
defensa, formación de valores. Las oficinas de la UJC y del PCC, etc.
Además de la urgente renovación de algunas prácticas culturales
totalitarias, entre las que se encuentran: los matutinos, vespertinos,
mítines, marchas, celebración de fechas históricas, análisis del
pensamiento de los dirigentes principales, etc. Cambios que para nada
serían negadores de los valores históricos y tradiciones, que fomentaron
y sostuvieron la nación, sino que los colocarían en su justo lugar e
importancia.

En cuanto al diseño curricular, los modelos profesionales necesitarían
un rediseño para eliminar o\e incluir en los diferentes sistemas de
conocimientos, aquellos temas y personalidades que han estado censurados
por décadas.

La reordenación de las disciplinas con sus correspondientes asignaturas,
enfatizando en la reagrupación o reducción de materias de carácter
general, que han funcionado para el adoctrinamiento, y como es lógico
con exceso de horas clases de cada carrera universitaria o años de las
demás enseñanzas. Entre las que se encuentran: Filosofía y Sociedad,
Pensamiento Histórico Contemporáneo, Preparación para la Defensa,
Marxismo- Leninismo, Cultura Política, Educación Cívica etc.

En lo referido a la educación a través de la instrucción, la labor
educativa requerirá un esfuerzo amplísimo, debido a la desvalorización
arraigada en la sociedad por tantos años de mal gobierno. Sin embargo
los enfoques críticos, la cercanía del contenido a la realidad en
vínculo estrecho con los objetivos de cada grado podrían contribuir a
fomentar o encauzar los valores afectivos, conductuales y cognoscitivos
en los estudiantes de las diferentes enseñanzas. Sin olvidar el papel de
la familia, renegado igualmente por el castrismo.

Las actividades cívicas e investigativas (talleres sociales,
científicos, reuniones, eventos, proyectos comunitarios, contribuciones
para instituciones sociales, etc.) también viabilizarían la formación
o\y reforzamiento de los valores universales como la amistad,
solidaridad, humanismo, creatividad, objetividad, etc. Sin supeditación
a ideología alguna.

Hacia el interior de los centros educacionales se requerirá la formación
de habilidades, conocimientos y valores respecto a la vida en una
sociedad democrática, y en relación a cómo funciona la educación en este
tipo de sociedad, mediante el estudio de leyes, principios, normas de la
democracia, la sociedad civil, la educación cívica, el análisis de los
pensadores más trascendentes de la nación cubana y de otros países.

Muchas otras propuestas estarían dirigidas a lograr que el trabajo
metodológico en sus diversas formas responda a la pedagogía y no a la
ideología, además de estar en correspondencia con el resto de las
ciencias y la tecnología.

La práctica docente y educativa deberá, además de fortalecer el dominio
de las habilidades y los modos de actuación de la especialidad,
contribuir a que los estudiantes detecten e incidan en la solución de
los grandes problemas estatales y sociales que presenta la isla de una
manera crítica y sin temor a ser reprimidos, lo que significa revelar
sus verdaderas causas y consecuencias.

Desestimar la concepción de la cultura general e integral por ser un
instrumento manipulador y supeditador a la voluntad gubernamental,
constituyéndose en una de las políticas más injustas del sistema
educativo, que ha lastrado por años el talento de muchos, limitando su
desarrollo personal y académico en todas las enseñanzas.

En cuanto a la evaluación del aprendizaje y de los educadores e
instituciones. Los indicadores evaluativos requerirán cambios en lo
concerniente a la participación en las actividades impuestas: políticas,
ideológicas, de la defensa u otras que se han dirigido a dar impresiones
de apoyo incondicional al régimen, coartadoras por lo tanto de la
libertad. Y que hasta la fecha han renegado a un segundo plano los
resultados docentes, investigativos, laborales, innovativos, etc.

La tutoría igualmente deberá continuar con el seguimiento a la
formación, pero con el fin de formar ciudadanos libres, creativos y
valorizados, desechando radicalmente la dependencia, el engaño y las
falsas concepciones ideológicas.

La bibliografía sin dudas, tendrá que ser diversa, abundante y sin
barreras por responder ya sea su autor o contenido a ideales contrarios
al sistema castrista, estimulando así el pensamiento crítico y el amplio
conocimiento de los estudiantes.

Los proyectos educativos personales y grupales se constituyen en una
eficaz herramienta para la formación y afianzamiento de los valores
universales, que gozan en Cuba de excelentes propuestas metodológicas y
didácticas, sin embargo se encuentran también sesgados por el
oficialismo, por tanto tendrán que tener cuidado en no suplantar los
verdaderos intereses personales de sus integrantes.

Las investigaciones estudiantiles y profesorales deberán definitivamente
lograr cambios profundos en el desarrollo de las diferentes esferas del
país, logrando tanto en el pregrado como en el postgrado compensar la
cifra de graduados y de investigaciones con el avance de la sociedad en
general, pero para ello tendrán que despojarse del componente
ideológico, que impide su aplicación o intercambio con países o
empresarios con ideología contraria al gobierno en el poder, además de
la verdadera posibilidad de la ejecución de la iniciativa privada.

Se necesitaría retomar la idea de "Universidad para todos" según la
UNESCO y no como fachada, ya que en Cuba siempre y nuevamente se volvió
a ratificar, que la Universidad es solo para los revolucionarios.

Todo lo anteriormente planteado podrá ser posible a partir de cambios
radicales no solo en la dirección del proceso docente educativo y de
reglamentos, resoluciones, circulares, etc. sino en el ejercicio del
poder del Estado, en su conducción, en el manejo de la economía y de los
medios de comunicación, que conduzcan a una reforma educativa integral y
con calidad, sobre la lógica de los derechos humanos, a decir de José
Bernardo Toro en su artículo Educación para la Democracia.

Una educación en democracia deberá sustentarse en políticas sociales a
nivel macrosocial gestionadas por el nuevo gobierno, que
indiscutiblemente deberá instaurarse, trazando políticas, estrategias y
programas que propicien el mantenimiento y la transformación positiva de
la educación pública, así como estimule la privada y la religiosa.

Cambios, pero a partir de la toma de conciencia de toda la población y
sobre todo de los padres de la necesidad de otro tipo de educación para
sus hijos. Unido a un accionar social para exigir y lograr la
transformación. Solo posible si se va cambiando el lenguaje en el
contacto con el pueblo. Hacer que el proceso de comunicación comience a
ser efectivo, ya que hasta ahora en Cuba solo existe un emisor y un solo
mensaje, por tanto la retroalimentación tan necesaria en el proceso
comunicativo para el aporte de experiencia y desarrollo tanto de los
individuos como de la sociedad, sustentada en los aprendizajes que
propicia la comunicación no existe.

De lo que se trata es que aparezca ese receptor que pueda a través de la
lengua decir lo que piensa, siente y quiere, cumpliéndose no solo con
las funciones del lenguaje sino con un requisito determinante para el
inicio de reales cambios estructurales y de conceptos esta vez en
materia educativa.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36091

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