Muerte de disidente sigue en el misterio
Juan Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
El gobierno cubano y familiares del disidente Juan Wilfredo Soto García
insisten en que la policía no lo golpeó, y que murió de causas
naturales. Compañeros disidentes insisten de forma igualmente insistente
en que la policía le dio una paliza y causó su muerte el 8 de mayo.
Dos semanas después, el caso de Soto se mantiene como un misterio,
envuelto en reclamos y contra reclamos que no se pueden confirmar de
forma independiente porque Cuba no tiene expertos forenses
independientes que puedan llevar a cabo una autopsia creíble.
Sin embargo, varios disidentes y un vecino han suministrado nuevos
testimonios que apoyan las alegaciones de que la policía lo golpeó al
menos una vez con una porra de goma. Uno de los disidentes dijo que fue
golpeado la semana pasada por hombres que no lo robaron pero gritaron
"Viva Cuba".
La versión del gobierno y los disidentes del caso Soto coinciden en
algunos puntos:
Se le arrestó el 5 de mayo en el Parque Vidal en Santa Clara, la ciudad
donde vivía situada 160 millas al este de La Habana, se le llevó a la
estación de policía y se le liberó rápidamente. Soto acudió al Hospital
Arnaldo Castro Milián, pero no se le ingresó. Regresó al día siguiente y
murió dos días después.
En la versión oficial, una sobrina de Soto llamada Madelín, y el esposo
de ésta, Yamil Pérez, dicen que nunca lo oyeron quejarse de una paliza y
el Dr. Rubén Aneiro declaró que no tenía pruebas de violencia sobre Soto
y que el hombre enfermizo de 46 años de edad murió de causas naturales.
Los parientes se han negado a cualquier contacto con periodistas no
gubernamentales.
Pero han ido surgiendo nuevos detalles al hablar los disidentes con los
periodistas en el extranjero o enviar sus informes a contactos que los
colocan el páginas web relacionadas con Cuba, como Diario de Cuba y
Penúltimos Días.
Por ejemplo, la disidente Martha Beatriz Roque envió la semana pasada
por correo electrónico dos fotos de lo que ella describió como el
quiosco de Jorge Alvarez, el vendedor de flores del Parque Vidal – quien
dijo, según el diario oficial Granma, que no vio violencia durante el
arresto de Soto, quien estuvo "permanentemente custodiado por dos
hombres" vestidos de paisano.
El bloguero habanero Angel Santiesteban escribió la semana pasada que
uno de los vecinos de Soto le dijo que la hermana de éste había
comentado que la policía sí lo había golpeado, pero que "decir la verdad
no lo devolverá vivo".
Otra vecina apareció ahora en un video, publicado en YouTube, en que
ella dice que se encontró con Soto en el hospital y lo escuchó decirle a
Yamil Pérez que la policía sí lo había golpeado.
"El dijo que la policía le dio, ¿cómo se dice?, un bastonazo en el
riñón, y esto en la presencia del esposo de su sobrina", dijo Natividad
Blanco Carrero, quien destacó que ella estaba en el hospital para
visitar a su hijo.
Héctor Bermúdez Santana y José Lino Ascencio, dos disidentes de Santa
Clara, le dijeron la semana pasada por teléfono a El Nuevo Herald que
Soto también se quejó con ellos de que la policía lo golpeó durante su
arresto.
Ellos hicieron un llamado a las autoridades para que hicieran público
cualquier video del arresto grabado por una cámara de seguridad en una
tienda de cambio de moneda CADECA en el parque, que parece cubrir el
área del incidente de Soto.
Bermúdez dice que se fue rápidamente al hospital después que un amigo le
dijo que Soto acababa de ser esposado y golpeado cuando desafió la orden
de un policía de dejar el parque. Soto fue llevado en un auto patrullero
a la estación de policía, pero se le liberó y fue al hospital con
dolores en la espalda.
"El me dijo: Me dieron un 'tonfaso', primero por la rodilla para hacerlo
caer, luego otro por la espalda", dijo Bermúdez. Soto describió a la
policía como un hombre y una mujer.
Bermúdez dijo que vio una hinchazón en la espalda de Soto, pero un
médico aseguró que su dolor era por una piedra en el riñón, le recetó un
analgésico y lo envió a su casa. El regresó al día siguiente, quejándose
de más dolor, y lo ingresaron.
Ascencio manifestó que Soto le dijo el día después de ingresar que había
sido golpeado por tres policías hombres y una mujer en el parque. "Soto
me dijo que comenzó a gritar porque las esposas le quedaban demasiado
apretadas, y la policía lo golpeó entonces".
Ascencio agregó que él mismo fue golpeado en la cabeza la noche del 17
de mayo por dos hombres que gritaron "Viva Cuba" y "Viva el socialismo",
pero no le quitaron su reloj de pulsera ni su billetera. Se le sometió
el viernes a una tomografía axial computarizada que detectó un pequeño
trauma en la cabeza.
Guillermo Fariñas, el principal disidente de Santa Clara, dijo que 16
personas le han dicho en privado que vieron a la policía golpear a Soto.
Pero contrario a los disidentes, ellos no querían hablar porque temen
las represalias del gobierno.
Fariñas agregó que confirmó que un policía de Santa Clara identificado
como Alexis o Alexei Herrera se suicidó de un disparo el día en que
murió Soto – aunque no se sabe si Herrera estaba involucrado en el caso
Soto.
Al igual que la muerte de Soto, se mantiene como otro misterio.
El alto y fornido Soto – quien pesaba 250-275 libras – podría parecer
como un linebacker de fútbol americano, pero sufría de varias dolencias
graves, como una mala salud cardiaca y diabetes.
Aneiro dijo, según Granma, que Soto murió de una falla múltiple de
órganos debido a una pancreatitis aguda. Los disidentes dicen que el
expediente médico de Soto no menciona ninguna pancreatitis y alegan que
la porra de la policía causó lesiones internas que llevaron a su muerte.
http://www.elnuevoherald.com/2011/05/21/v-fullstory/945658/muerte-de-disidente-sigue-en-el.html
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