Fidel Castro se desencadena: ¿Moringa senil?
Publicado el Lunes, 25 Junio 2012 09:03
Por Carlos Cabrera Pérez
La mayoría de los análisis de las últimas minireflexiones de Fidel
Castro yerran al creer que se trata de una muestra del deterioro de su
salud mental. El compañero Fidel está en plenitud de facultades, muy
molesto por los tímidos cambios que impulsa Raúl Castro y temeroso de lo
que se avecina.
El pensador de Punto Cero debe estar a estas horas profundamente
amargado por el rumbo que olfatea tomará su hermano obligado por la
desastrosa economía nacional; la crisis económica de Venezuela (que se
ha empobrecido con el chavismo) y su convicción de que la Magdalena no
está para tafetanes; es decir, que los cubanos estallarían en caso de
una vuelta a las penurias de los noventa, tras la desaparición de las
dictaduras comunistas en Europa del Este.
Raúl Castro no es un demócrata ni un fan de las reformas; pero sabe que
la única manera de solventar la difícil herencia que le dejó su hermano,
sin excluir sus propias responsabilidades como vicejefe de todo ese
desastre, pasa por conseguir que los cubanos tomen leche, viajen aunque
muchos no regresen, y que la poderosa burocracia corrupta que nació y se
crió a los pechos de su hermano, desaparezca o deje de entorpecer sus
planes para construir campos de golf, por ejemplo.
La hora de las minireflexiones
Pero veamos las minireflexiones del empobrecedor de Cuba: Honecker, sin
venir a cuento, con la puya del vodka a Raúl; que nadie se engañe, Fidel
Castro no estaba pensando en Yeltsin o en Gorbachov, sino en su propio
hermano, cuando aludió a que Honecker no quiso pagar el precio que le
exigía otro que se vendió por vodka.
Stevenson y Juantorena: lo que ya sabemos; gloria deportiva y cariño de
pueblo frente al dinero y -de paso- que Juantorena releve al anciano
"Gallego" Fernández, muy de la guara de Raúl, al frente del Comité
Olímpico Cubano (COC). A ver si así consigue persuadir a su hermano y a
su hijo Antonio de que los peloteros cubanos no pueden jugar en Grandes
Ligas, aunque se sigan escapando.
China. Los chinos ayudan, pero exigen -entre otras cosas- el pago
puntual de los créditos; más ahora que están en crisis a juzgar por el
Financial Times, a quien Castro concede autoridad en la materia. ¿Quién
es el culpable de todo esto?: las reformas capitalistas; así que
aprovecha y le saca un trapo sucio al arquitecto de las reformas chinas,
Deng Xiao Ping y de paso -por enésima vez- le complica la labor
diplomática a Raúl Castro y Bruno Rodríguez, que alguna disculpa
discreta tendrán que transmitir a Pekín, uno de sus aliados comerciales
más seguros en los tiempos que corren.
Nicolás Guillén. Ni una palabra sobre el poeta de Motivos de Son, sino
la reproducción de un verso de su "Elegía a Ernesto Guevara". O sea, más
conciencia frente a las tentaciones del dinero. Otra utilización grosera
del mito del Che, al que dejó abandonado a su suerte en Bolivia y luego
intentó desacralizarlo, revelando a Gianni Miná que Guevara había vuelto
secretamente a Cuba, pese a que Castro ya había publicado su Carta de
despedida.
De la factoría Punto Cero Films
La Moringa, una planta exótica, es el penúltimo episodio de su obsesión
de intentar cambiar medio ambiente por proletariado y de seguir poniendo
palos en la rueda de Raúl Castro. Como ya sabemos que donde peor viven
los obreros es en las dictaduras comunistas, Cuba y Corea del Norte.
Desde la caída del Muro de Berlín, Fidel Castro (un gran depredador
ambiental) intentó jugar la baza verde; ahora mismo se anuncia el
estreno de un documental que recoge su gran preocupación por la
extinción de la especie humana; o sea, el último chiste de la factoría
Punto Cero Films.
Y esto no es baladí porque los mayores oponentes al Tratado de Kyoto y
otras medidas de protección del planeta, apoyadas incluso por la
administración de Barack Obama, son China y la India, necesitados de un
aplazamiento porque necesitan vivir su propio siglo XIX para crecer y
dar de comer a sus millones de habitantes. Otro recado envenenado para
Raúl y el canciller Bruno Rodríguez.
En el plano interno, su postura también busca criticar veladamente a
Raúl Castro por su discreta apuesta por los cultivos transgénicos y los
biocombustibles; acordaros de cuando arremetió contra Lula y Raúl Castro
(sin mencionarlos) diciendo que una hectárea de caña para producir
bioalcohol podría matar de hambre a no sé cuantos seres humanos; o sea,
el rey del empobrecimiento y la escasez desvelado por posibles penurias
alimentarias.
Y más allá de su conducta política reprochable, y su obsesión permanente
con la hecatombe mundial; su juego de las minireflexiones deja desnudo a
Fidel Castro; pues demuestra que su única ambición es evitar los
inevitables cambios, a costa del sufrimiento de millones de cubanos y
sacrificando a su propio hermano, que ha intentado tratarlo con extrema
delicadeza; evitando lastimarlo.
Falta tiempo, sobran dificultades
Si alguien desempolva una reciente entrevista de Granma con el líder
vietnamita, Nguyen Phu Trong, de visita en Cuba, leerá una y mil veces,
que la reforma en Viet Nam requirió tiempo y que se evitaron las
precipitaciones. El mensaje no estaba dirigido solo a los cubanos de a
pie, que también, sino a Fidel Castro para apaciguarlo, pues la
entrevista privada que sostuvieron en Punto Cero debe haber sido más
dura aún que cuando en Hanoi, un alto cargo anfitrión le soltó a la cara
que el Partido Comunista vietnamita apostaba porque su pueblo fuera
rico, mientras que Fidel Castro quería que los cubanos fueran pobres. De
nada sirvió.
Pocos días después, el raulismo aprovechó un seminario universitario
para apoyar veladamente la tesis del economista Pavel Vidal, profesor de
la Universidad de La Habana, quien reclamó mayor velocidad para las
reformas económicas.
Y la situación no es la de 2006, Europa -que siempre ha tenido un trato
diferente con La Habana al de Washington- está en crisis por mucho que
Moratinos y otros jerarcas socialistas españoles vayan por la isla y
cenen con Jaime Ortega; Venezuela, aun ganando la papeleta bolivariana,
no puede seguir sosteniendo a la economía cubana porque Chávez ha
empobrecido al país, dilapidando los recursos petroleros en su compra
masiva de votos y otros experimentos made in Punto Cero.
Raúl Castro sabe que le falta tiempo y le sobran dificultades. En esta
situación es lógico que tema a internet, al contagio de la primavera
árabe e Indignados, y a un verano de calor y desabastecimiento; pero
quizá nunca imaginó que su hermano, el mismo que lo metió en un próspero
negocio personal hace más de 50 años y que lo nombró Consejero Delegado
de Ruina de Cuba, S.A, y único heredero, ahora le esté torpedeando sus
intentos de aliviar la vida de los cubanos para poder negociar el
traspaso a Mariela y Alejandro Castro Espín y a Luis Alberto Rodríguez
Callejas; esos muchachos ataviados con jeans, algodón, lino, automóviles
con aire acondicionado y cristales tintados, chalés en Siboney y
adyacentes, y Ray Ban; aunque eso sí, disidentes del mundo unipolar que
pretende el imperialismo. ¡Qué suerte!
http://cafefuerte.com/opinion/opinion/puntos-de-vista/1948-fidel-castro-se-desencadena-moringa-senil
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