[21-12-2011]
Eriberto Liranza Romero
Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia
(www.miscelaneasdecuba.net).- Ariel Gonzales Cueva es un padre de
familia que trabaja como chofer de un jeep perteneciente al Contingente
Raúl Roa, está asignado a la empresa de "Movimiento de Tierra" de esta
entidad del estado.
Todo en la vida de Ariel es
como la de los otros cubanos, al cobrar su mísero salario no le alcanza
ni para alimentar a Arielito, su pequeño hijo; los arreglos del carro en
el que trabaja casi siempre corren por su cuenta, a pesar de que su
vieja casa se cae a pedazos, es responsable con su trabajo, siempre
llega temprano a la empresa y a la casa al caer la noche, en ocasiones
Roxilene -su esposa-, le pelea porque además de la miseria, casi nunca
está en casa.
Pero desde hace un tiempo Ariel se ha convertido en el apestado del
barrio, los "amigos" que siempre le saludaban, hoy voltean el rostro
cuando lo ven, aquellos que le mostraban agradecimiento por sus
servicios de electricista, hoy prefieren estar a oscuras antes de
llamarlo. A Arielito no le faltaban niños con quien jugar, hoy este niño
de 7 años, sólo juega con los hijos del otro apestado de la cuadra, "el
de los derechos humanos", ese soy yo.
Ariel no padece de ninguna enfermedad contagiosa, ni muestra conducta
antisocial alguna, el único problema de este intachable vecino es que a
pesar de todas las amenazas hechas por la Policía Política, continúa
visitándome y mostrando solidaridad con mi familia sin medir consecuencias.
La última de las correrías de la Sección 21 de la Seguridad del Estado
contra mi vecino, los llevó hasta la oficina de Guillermo, jefe de la
Empresa donde trabaja Ariel, allí le profirió este "director" las mismas
amenazas que desde hace más de un año viene escuchando mi vecino, "tal
parecía que estaba hablando con un oficial del Departamento 21", declaró
Ariel, Guillermo le reclamaba que "estaba informado de todos los por
menores de su contrarrevolucionaria conducta al relacionarse con un
gusano y para colmo montarlo en el carro de la empresa".
Ariel cuenta que sus amenazas sólo sacaron de él su acostumbrada
respuesta, "yo no voy a dejar de tratar a mi vecino por sus ideas
políticas o por su manera de pensar, somos buenos amigos y eso me basta,
si quiere botarme por eso, aquí tiene las llaves del carro", no había
terminado de hablar cuando salió de detrás de una puerta el oficial
Luis, que escondido escuchaba la conversación, su presencia no era
conciliatoria sino para subir el tono de las amenazas, "si te veo otra
vez con Liranza te voy a votar del trabajo, ya me tienes hasta la
coronilla y te voy a desaparecer", arremetió "Luis".
El pasado 8 de diciembre Ariel volvió a ser molestado en la vía pública
por el oficial "Luis" quien le "recordó" las mismas amenazas y que no lo
hacia tierra porque aun no le habían dado la orden, que solo era
cuestión de tiempo", testificó Ariel.
Ariel declara que está consciente del peligro que corre al mantener su
amistad con un opositor al régimen de los hermanos Castro, pero también
se siente orgulloso "de no ser como muchos otros, que por cobardía, la
falta de principio y de valores humanos, son capaces ante la coacción y
la amenaza, de esconder sus sentimientos y censurarse a sí mismos, si me
votan del trabajo solo obtendrán un opositor más en la calle, solo pido
a Dios que este régimen pase rápido y mi familia no sufra más por ser
una persona digna".
Al ver que en Cuba aun quedan personas como Ariel y su familia, me doy
cuenta que no todo está perdido, que aun hay esperanzas para esta
nación, nos queda a nosotros los cubanos libres de conciencia, rescatar
esos valores perdidos que todavía se pueden encontrar entre los
escombros de esta sociedad.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34651
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