Disidentes denuncian represión en el oriente de Cuba
El viernes las autoridades cubanas reprimieron en Palma Soriano a un
grupo de siete integrantes de la oposición y dos familiares del
activista Pedro Campo Almenares que exigían su libertad frente a la
unidad de operaciones de la policía política en esa localidad
Redacción CE, Madrid | 19/11/2011
Disidentes cubanos denunciaron el viernes que agentes de la Seguridad
del Estado golpearon y amenazaron a varios activistas de derechos
humanos que protestaban pacíficamente por el arresto injustificado de
dos opositores en el oriente de la Isla, informa El Nuevo Herald.
Según el diario, el ex preso político José Daniel Ferrer García,
coordinador de la Unión Patriótica de Cuba, informó que la peor muestra
de violencia se registró el viernes en la ciudad de Palma Soriano, 18
millas al noroeste de Santiago de Cuba. La ciudad y la provincia de
Santiago tienen reputación de ser lugares rebeldes, que requieren de un
control más estricto de la Seguridad del Estado, añade la nota.
"Hay serios problemas con la represión", cita el diario las
declaraciones de Ferrer en Háblalo Sin Miedo, un sitio de internet que
permite a los disidentes cubanos llamar a un número de teléfono de
Estados Unidos y grabar un informe de unos cuantos minutos.
El incidente, según Ferrer, ocurrió cuando las autoridades cubanas
reprimieron a un grupo de siete integrantes de la oposición y dos
familiares del activista Pedro Campo Almenares al final de un día de
esfuerzos para exigir su libertad. Campo fue detenido a mitad de semana
por manifestarse contra el abuso policial y permanece incomunicado en la
prisión de Aguadores.
"Hubo mucho forcejeo, violencia y empujones", agregó Ferrer.
Mientras, en Guantánamo, una serie de protestas y marchas públicas de la
oposición en las últimas 48 horas fueron blanco de ataques y actos de
repudio de turbas progubernamentales.
Jorge Corrales, periodista independiente dijo que la situación interna
en Guantánamo se ha vuelto más peligrosa para el movimiento opositor.
"Desde el martes vemos mucha movilización de la policía política,
quienes normalmente irrumpen en las casas y esposan a los disidentes",
manifestó Corrales a El Nuevo Herald.
Asimismo subrayó que las redadas se incrementaron debido a que una
decena de activistas exigieron la excarcelación sin condiciones del
reconocido opositor Niorvis Rivera Guerra, miembro del movimiento
Resistencia y Democracia.
Hace solo tres semanas Rivera, recuerda el diario, su esposa y tres
hijas menores fueron acosados por decenas de simpatizantes del gobierno
y agentes de la Seguridad del Estado. Fue la quinta ocasión en que el
activista y su familia resultaron víctimas "de actos de terror"
dirigidos por la policía política del régimen.
"Los actos de repudio contaron con la ayuda de fuerzas paramilitares.
Actúan con total impunidad porque para ellos es algo habitual y
cotidiano", indicó Corrales.
Aumento de la represión
Las denuncias coinciden con informes sobre el estado de los derechos
humanos en la Isla y el cerco policial que el Gobierno cubano ha
impuesto como regla común para silenciar los pedidos de libertad y
democracia.
El disidente Guillermo Fariñas, Premio Sajarov 2010 del Parlamento
Europeo, fustigó la ola de represión contra los disidentes. En
entrevista telefónica con El Nuevo Herald pidió que los gobiernos
democráticos exijan a La Habana que respete la integridad de las
personas. Fariñas agregó que la inestabilidad interna pone en alto
riesgo a la sociedad civil en su conjunto.
"El Gobierno cubano debe recibir un mensaje fuerte y claro", declaró
Fariñas.
Recientemente el Observatorio para la Protección de los Defensores de
los Derechos Humanos, un programa conjunto de la Organización Mundial
Contra la Tortura (OMCT) y la Federación Internacional de Derechos
Humanos (FIDH), denunció en su informe anual el acoso contra activistas
y defensores de las libertades individuales en Cuba.
La entidad concluyó que en la Isla "continuó" el hostigamiento contra
las organizaciones independientes. Asimismo mencionó obstáculos a la
libertad de reunión y la represión policial de las manifestaciones
pacíficas.
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