(www.miscelaneasdecuba.net).- Desde la distancia se mira como una
locura: Declararse en huelga de hambre en Cuba, un país donde los
gobernantes son ciegos, sordos y mudos.
Siempre había pensado que los ayunos de los cubanos para exigir sus
derechos se hacen en vano. Sin embargo hoy, la distancia me ha hecho
afinar los sentimientos y abrirme a la comprensión para el
entendimiento. He visto en la huelga que inició este jueves Eduardo Díaz
Fleitas, su terco propósito de dar a conocer de algún modo -en medio del
"estruendoso silencio" del mundo libre- su determinación a ser escuchado.
Con su extrema actitud, está exigiendo que el Papa preste atención a la
problemática de la oposición cubana y reciba durante su visita a la
Isla, a una representación de la sociedad civil.
Asimismo, pide el cese de la represión y una amnistía para todos los
opositores detenidos.
La determinación de declararse en huelga de Díaz Fleitas es el único
recurso que tienen los dejados de lado por el Mundo Libre.
También este jueves se declaró en ayuno Pedro Arguelles Moran, ex preso
de conciencia del grupo de los 75, aduciendo que lo hacía en el día en
que cumple 64 años. Escribe en twitter: "..estoy en ayuno por (el)
mártir de la democracia O.Z.T., en 2do aniversario de su asesinato".
Las huelgas son los tañidos de campana de la disidencia cubana para
llamar la atención y ver si los que luchan hasta por los derechos de los
delfines en remotas latitudes, pueden afinar el oído y tomar en cuenta
la situación de hombres y mujeres agobiados bajo el yugo de la tiranía.
Son los Olvidados: Algunos de ellos ya han entregado sus vidas, como fue
el caso de Orlando Zapata Tamayo, quien entregó la suya hace dos años.
Son hombres y mujeres en tenaz lucha por ser escuchados en sus justos
reclamos para que se le devuelvan sus derechos de hombres y mujeres libres.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35242
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