'Las razones de Cuba'… para callar
Laritza Diversent
La Habana 15-03-2011 - 2:59 pm.
En su serie televisiva contra la tecnología, el régimen manipula
información y nada dice de los derechos de los ciudadanos.
Raúl Castro ante la Asamblea Nacional. La Habana, 18 de diciembre de
2010. (AP)
En los capítulos recientes de la serie Las razones de Cuba, la
televisión nacional puso al tanto a la población sobre las formas
clandestinas de introducir equipos de conexión satelital en el país. Sin
embargo, no se explicaron por qué y desde cuándo están prohibidas en la
isla la recepción de señales televisivas extranjeras.
Los cubanos conocen las drásticas medidas impuestas por el gobierno por
tener antenas satelitales. Sin embargo, desconocen que el Ministerio de
la Informática y las Comunicaciones (MIC), en abril de 1995, puso en
vigor la Resolución No 99 que penalizó el uso no autorizado de señales
de televisión foránea, con multa que van desde los mil pesos hasta los
20 mil, además del decomiso administrativo.
La disposición sanciona a quien instale equipos, antenas y accesorios, o
capte emisiones de "televisión no nacional", incluyendo las provenientes
del territorio de la base naval estadounidense, en la provincia de
Guantánamo. Estas normas tampoco fueron mencionadas por los reporteros
de la serie Las razones de Cuba.
Las trasmisiones televisivas extranjeras están incluidas por el gobierno
dentro del servicio de telecomunicaciones destinadas exclusivamente al
turismo, al cuerpo diplomático y a otras personas admitidas mediante
contratación.
Tal vez eso explique por qué el cantautor Amaury Pérez puede reconocer
públicamente tener en su casa equipos que captan señales de la
televisión extranjeras, cuando la mayoría de la población disfruta de
ellas de manera clandestina.
La ciudadanía desconoce que la Empresa Nacional de Radiocomunicaciones
del MIC es la encargada de autorizar la fabricación o importación de
antenas u otros dispositivos para la recepción de señales de televisión
con fines comerciales, para uso individual o colectivo.
Igualmente, dicha empresa expide autorización a quien se proponga
instalar o hacer uso de antenas u otros dispositivos para la recepción
de estas señales televisivas. Probablemente, ya que la norma no prevé un
cobro por dicho servicio, los medios omitieron mencionarla en el reportaje.
Las solicitudes de autorización deben argumentarse, y la decisión de la
empresa del MIC es discrecional. Quizás, porque las atribuciones de esta
entidad estatal no pueden ser cuestionada por ninguna autoridad, sea
administrativa o judicial, los reporteros de Las razones de Cuba la
pasaron por alto.
¿Qué motivos tendría la televisión cubana para guardar silencio ante la
impunidad que ofrece el gobierno a los inspectores del MIC, que en plena
cacería de brujas violentan puertas y trasgreden domicilios, buscando,
como sabuesos, cables y antenas?
Seguramente al gobierno no le interesa que los cubanos disfruten de
estas señales legalmente. ¿Será que es más rentable ingresar al
presupuesto miles de pesos en concepto de multas, que otorgar una simple
autorización? Posiblemente es más fácil reprimir, hacer sentir culpa y
obligar a la mayoría a vivir en la ilegalidad. Tal vez esas sean las
razones de Cuba para callar.
http://www.diariodecuba.com/cuba/3601-las-razones-de-cuba-para-callar
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