Tuesday, December 6, 2011

Sembrar para la igualdad

Sociedad

Sembrar para la igualdad
Leonardo Calvo Cárdenas
La Habana 06-12-2011 - 12:36 pm.

Una crónica del Segundo Foro 'Raza y Cubanidad', reprimido por el
régimen el pasado 25 de noviembre.

Para los miembros del Comité Ciudadanos por la Integración Racial de
Cuba (CIR), la celebración del Segundo Foro Raza y Cubanidad revistió
una significación especial, pues acabó convirtiéndose en un hito en la
lucha por la igualdad social cubana.

El espacio de exposición y debate cumplió su segunda edición dedicado a
analizar Dos siglos de pensamiento negro en Cuba.

En el acto de inauguración, celebrado en la sede del CIR en la
tarde-noche del día 24 de noviembre, coincidieron medio centenar de
personas, entre miembros de distintas plataformas de la sociedad civil,
blogueros, periodistas e invitados en general. Como parte del programa
cultural se dieron a conocer los ganadores del "Premio Tolerancia Plus"
2011, galardón con el que cada año un grupo de organizaciones civilistas
reconocen la obra de vida de personas e instituciones modelos en la
lucha por el respeto a la diferencia en Cuba.

A pesar de las amenazas previas al día inaugural y del operativo
policial que rodeó el lugar durante el acto, el ambiente de armonía que
matizó el encuentro, así como la positiva acogida a las distinciones
otorgadas al padre José Conrado Rodríguez y la Dra. Leyda Oquendo, como
luchadores incansables por la justicia y la igualdad, parecían indicar
la normal celebración de las siguientes sesiones del evento.

Sin embargo, cuando ponentes e invitados arribaron al lugar, en la
mañana del día 25 de noviembre, encontraron un nutrido grupo de
oficiales dispuestos a impedir la celebración del conclave académico.
Los agentes, visiblemente molestos, reflejaban el ánimo de las
autoridades por la envergadura y resonancia de lo que según sus propias
palabras valoraron como una actividad que sobrepasó los límites permisibles.

Varios de los invitados fueron conminados a retirarse del lugar y una
docena de participantes pasaron horas en calabozos de distintos puntos
de la ciudad al negarse a acatar la orden represiva y arbitraria.

Finalmente, el sábado 26 los participantes que se atrevieron a
presentarse en la sede del CIR pudieron cumplir el cometido y se generó
una rica discusión sobre los temas expuestos por los ponentes.
Cuestiones como la vigencia y trascendencia actual del pensamiento
antirracista —a pesar del cambio de discurso y ropaje ideológico—, y la
profundidad y alcance de los aportes intelectuales y políticos de
personalidades afrodescendientes que han sufrido el desconocimiento oficial.

Las propuestas socioeconómicas en el programa del Partido Independiente
de Color (1908-1912) o la participación de personalidades
afrodescendientes en la vida política republicana sirvieron de base al
intercambio de criterios y valoraciones de gran alcance.

Especial significación revistió la presencia en el evento de Juan de
Dios Mosquera, líder del Movimiento Nacional Cimarrón de Colombia quien,
llegado especialmente para la ocasión, disertó sobre sus experiencias de
lucha y trabajo para alcanzar los derechos y espacios que merecen los
afrodescendientes en toda latinoamericana.

El líder, de reconocido prestigio internacional, fue el único invitado a
quien los agentes represivos franquearon cortésmente la entrada de la
sede del CIR. Mosquera pudo comprobar así la dura realidad que enfrenta
el pueblo llano, la vocación represiva e intolerante de las autoridades,
así como la determinación de los luchadores antirracistas de la Isla de
no dar un paso atrás en la determinación de cumplir sus compromisos con
la búsqueda de los derechos y la justicia para todos sin distinción.

Juan de Dios Mosquera trajo a los activistas cubanos, además, la
solidaridad y el apoyo moral tantas veces negados por los interlocutores
foráneos, esa solidaridad que mucho puede ayudar a movilizar la
sensibilidad internacional sobre la problemática cubana.

Así se encontraron en La Habana la intolerancia y la solidaridad. Juan
de Dios Mosquera, un hombre de enorme experiencia política e
intelectual, bien informado, libre de trasnochados romanticismos y con
los pies bien puestos en la tierra, se confiesa asombrado y estremecido
ante esa represión descarnada que no tiene paralelo en la actualidad
continental. El líder colombiano no concibe la naturalidad con que los
agentes represivos violan los derechos de ciudadanos que solo pretenden
reunirse pacíficamente a debatir sus problemas.

Hechos como estos demuestran, una vez más, que los gobernantes cubanos
no tienen respuestas intelectuales o políticas coherentes para enfrentar
la crítica o la firmeza consecuente de sus adversarios. Por su parte,
los miembros del CIR y sus invitados dejaron claro el nivel de su aplomo
para enfrentar la soberbia intolerante del régimen, y sobretodo que
cuentan con las potencialidades intelectuales necesarias para hacer los
análisis y las propuestas que necesita la compleja realidad nacional.

http://www.ddcuba.com/cuba/8441-sembrar-para-la-igualdad

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