Tuesday, April 24, 2012

El gobierno cubano y los presidentes de Estados Unidos

El gobierno cubano y los presidentes de Estados Unidos
Martes, 24 de Abril de 2012 06:46
Escrito por Orlando Freire Santana

Cuba actualidad Centro Habana, La Habana, (PD) Cuando Barack Obama ganó
las elecciones presidenciales en noviembre de 2008, y la prensa
oficialista cubana acogía el hecho con cierto beneplácito, de inmediato
imaginé que muy pronto la propaganda castrista enfilaría también sus
dardos contra el político afro-norteamericano.

Con independencia del quehacer del inquilino de turno en la Casa Blanca,
los gobernantes cubanos necesitan verlo como a un enemigo, al menos
mientras se desempeñen en el cargo.

En verdad, Obama ha dado pasos tendientes a suavizar el diferendo entre
ambos países: el libre envío de remesas monetarias, el auge de los
intercambios artísticos y académicos, así como el incremento de las
visitas de los ciudadanos cubanoamericanos a la isla. Sin embargo, el
oficialismo cubano parece ignorar esas evidencias; su vista se posa
únicamente sobre aquellos aspectos susceptibles de ser criticados. En el
plano bilateral se aduce que Obama ha intensificado el bloqueo a Cuba,
mientras que en un análisis más general se acusa al presidente
norteamericano de haber atizado los conflictos internacionales.

Recuerdo que en una de las emisiones de las Mesas Redondas de la
televisión cubana, en momentos en que el pueblo libio luchaba por
sacudirse el yugo de Gaddaffi, uno de los panelistas expresó que esa era
la guerra de Obama, cuando en realidad, si se quería dar un carácter
exógeno al conflicto, era más preciso afirmar que era la guerra de
Sarkozy o la de Merkel, pues los países europeos apoyaron más a los
rebeldes que Estados Unidos.

La prensa castrista deja entrever que Obama ha defraudado la esperanza
que los negros de su país pusieron en él. Cualquiera que haya leído los
dos libros escritos por Obama--- Los sueños de mi padre, y La audacia de
la esperanza--- convendrá en que jamás olvidaría sus raíces. Si hoy
muchos ciudadanos negros carecen de empleo en Estados Unidos, es
sencillamente porque la crisis económica no distingue el color de la
piel para golpear por igual a las personas en esa nación.

Si hubiese que señalar un caso que demuestra el doble rasero en el
tratamiento que da el gobierno cubano a los presidentes de Estados
Unidos, no vacilo en traer a colación a James Carter. En tiempos
recientes, sobre todo a raíz de su última visita a la isla, el discurso
oficialista ha sido pródigo en exaltar las virtudes del ex mandatario:
lo califica como una persona decente, respetuosa y honesta. Incluso el
propio Fidel Castro lo ha llamado "mi amigo". Pero los que conservamos
en la memoria los acontecimientos del cuatrienio 1977-1980 sabemos que
en ese entonces el criterio del gobierno cubano era bien distinto. La
defensa de los derechos humanos, que fue pieza clave en la
administración Carter, recibió las mayores críticas del castrismo, al
considerarla como un pretexto para interferir en los asuntos internos de
otros países. Igualmente, la frase de Carter de que "recibía con el
corazón abierto a los cubanos que salían por el Mariel", desató la ira
de las autoridades de la isla.

Recuerdo una manifestación convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas,
en la que uno de los participantes enarbolaba una pancarta llena de
improperios hacia Carter, y una caricatura que lo mostraba sonriente,
con una dentadura enorme y el rostro deformado.

Es inevitable que siempre que trato temas como este acuda a mi mente una
frase de Jean Paul-Sartre cuando visitó a Cuba en 1960: "Si los Estados
Unidos de Norteamérica no existieran, la Revolución Cubana habría tenido
que inventarlos".

No me extrañaría que, al cabo de algunos años, el ex presidente Barack
Obama estuviese en La Habana recibiendo los honores de los líderes cubanos.

Para Cuba actualidad orlandofs21@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/3950-el-gobierno-cubano-y-los-presidentes-de-estados-unidos.html

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