Thursday, August 25, 2011

COMITÉ CIUDADANOS POR LA INTEGRACIÓN RACIAL. DEMANDA CIUDADANA

COMITÉ CIUDADANOS POR LA INTEGRACIÓN RACIAL. DEMANDA CIUDADANA
25-08-2011.
Comité Ciudadanos por la Integración Racial
(www.miscelaneasdecuba.net).- Versión de Prensa.

El año 2012 marca el centenario de la matanza de varios miles de
miembros del Partido Independiente de Color, ordenada por el entonces
presidente Mayor General José Miguel Gómez, hecho que constituye una
mancha fratricida en nuestra historia y una zona de silencios y
tergiversaciones historiográficas que dañan profundamente nuestra
percepción de identidad.

La llamada "historiografía revolucionaria" tiene inconmensurables y
profundas lagunas que deben ser salvables cuanto antes.
La restauración y reinstalación del monumento que en su momento se
autodedicó José Miguel Gómez continúa irguiéndose como un escandaloso
baldón de deshonor para la nación cubana, como una provocadora ignominia
a la historia de la afrodescendencia, a sus aportes a la nación, a su
origen afro, a la propia África, y es una vejación a los
afrodescendientes cubanos de hoy. Al mismo tiempo, es una incongruencia
con la prioridad mostrada por la política exterior del gobierno de Cuba,
que hace prevalecer, entre sus ejes de política exterior, sus relaciones
con sus homólogos del continente africano.

Cuando el actual general-presidente de la Isla, Raúl Castro, señala
públicamente al racismo entre las desvergüenzas reinantes en la sociedad
cubana, que asegura no es institucional, se yergue como una de las más
notables vergüenzas mencionadas el remozado monumento al asesino de
patriotas negros, a quienes debió ver como a hermanos. Esto revela
también la naturaleza institucional del racismo, que estructuralmente
no puede ser aplicado sino por quienes detentan el poder.

En la Isla celebramos un "día de la latininidad", un "día de la
hispanidad", pero nunca hemos tenido un "día de la africanidad" ni de la
"afrocubanidad".

Hasta el presente se ha pretendido hacer creer a la afrodescendencia
cubana que reivindicarnos nuestro protagónico lugar en la historia
patria es intentar desunir a la nación, pretendiendo con ello, en un
intento logrado de desvirtuar todo contenido categorial, travestírsenos
en "apátridas", "anticubanos", "traidores" y "desagradecidos",y en
"contrarrevolucionarios".

Si se quiere alcanzar algún grado de verosimilitud en la lucha que ahora
aseguran proponerse contra el racismo y los prejuicios que de este
forman parte, harían bien las instituciones creadas a tales efectos, en
la UNEAC, la Biblioteca Nacional, el comité central del PCC, etc., en
replantearse las imágenes que en cada plaza pública o privada del país,
por recóndita que sea, expliciten el racismo implícito en cada uno de
nuestros accionares y pensamientos.

Las imágenes son parlantes, pueden transmitirnos mucho más que las
palabras. Entonces, pensemos:

… ¿Dónde está el monumento a José Antonio Aponte, primero en esta isla
en levantarse organizadamente contra el orden colonial, por la
independencia y el fin de la esclavitud?

… ¿Dónde está el monumento que nos perpetúe en la memoria nacional a los
mártires de la Conspiración de la Escalera o a los abakuás inmolados en
suicida intento de rescate de los asesinados estudiantes de medicina, a
esos hombres negros que aquel día fueron los únicos que defendieron el
honor de la incipiente nación de negros-mestizos y de blancos?

… ¿Por qué no se nos permite erigir templos religiosos a los afrocubanos
que sostenemos esa parte tan importante y consustancial de la cultura
nacional que son nuestras afroreligiones, una de las cuales, la Regla de
Ocha o Santería, constituye, ─en ello coinciden muchos estudiosos─, la
única religión verdaderamente cubana?

Muchas otras interrogantes y cuestionamientos podrían hacerse al
respecto. Consideramos suficientes las aquí expuestas para demandar a la
Asamblea Nacional del Poder Popular, con derecho natural y ciudadano, la
eliminación del inmerecido monumento al ex presidente José Miguel Gómez.
No se trata de borrar ni de ocultar las aberraciones de nuestra historia
patria, sino de enmendarlas, de no presumir de estas, de ir haciendo a
un lado los errores y horrores para que nunca más se repitan.

Esta medida constituiría una inequívoca señal de justicia histórica, de
reivindicación y homenaje a los miles de africanos y descendientes que
entregaron su sudor y su sangre a la causa de la emancipación nacional y
un paso importante en el camino de instaurar los fundamentos de igualdad
y fraternidad nacional anhelados por tantos años

La Habana, sábado 20 de agosto de 2011.-

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33398

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