Thursday, November 24, 2016

EL RÉGIMEN DE LOS CASTRO - MATANDO POR CASI SEIS DECENIOS

EL RÉGIMEN DE LOS CASTRO: MATANDO POR CASI SEIS DECENIOS

El régimen cubano ha matado sistemáticamente desde que la dictadura se
implantó hace 57 años. Las 345 muertes y desapariciones sobre las que se
dispone de pruebas ocurridas en el mes de noviembre, tal como en
cualquier otro mes, ilustran las atrocidades cometidas durante décadas y
que prosiguen en la actualidad a un costo de miles de vidas humanas.
Este es el dramático conteo que Archivo Cuba se ve obligado a reseñar.

MUESTRA DE VICTIMAS DE NOVIEMBRE

El periodista independiente y ex preso politico Jorge Alberto Liriado
Linares, de 67 años, murió hace muy poco, el 14 de noviembre (2016), en
Camaguey. La policía política lo había estado hostigando y amenazando
cuando el pasado 27 de octubre tuvo un enfrentamiento con un agente de
la Seguridad de Estado y sufrió un ataque cardíaco. Aun en el mismo
hospital lo interrogaban. Después de once días fue dado de alta a pesar
de sus objeciones y la de sus amistades por su pobre estado de salud. Le
recetaron una dieta especial para la anemia que no estaba a su alcance.
Asimismo, estaba sin hogar, pues lo había perdido recientemente. La
negligencia médica deliberada y el hostigamiento de las autoridades
provocó su muerte.

El activista de derechos humanos Arcelio, "Chely," Molina Leyva, de 53
años, murió el 15 de noviembre (2016) en La Habana. Supuestamente cayó
del techo de su casa durante la madrugada y murió al caer sobre una
valla con punta. Opositores cubanos, preocupados por la muerte
sospechosa de varios activistas en años recientes, dudan de las
circunstancias del suceso. "Chely" atendía a los presos políticos y en
su casa estaba la sede de La Habana de UNPACU, movimiento opositor
fundado en Oriente.

Darío Andino León, de 18 años de edad, murió el 18 de noviembre de 2014
en una unidad militar en Cienfuegos. Darío estaba terminando de cumplir
el servicio militar en las difíciles condiciones habituales. Mientras
disfrutaba de un permiso se hizo al mar con alrededor de veinte vecinos
en una embarcación rústica intentando escapar de Cuba. Cinco días más
tarde, después de una terrible odisea en alta mar, fueron rescatados por
el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos y devueltos a Cuba.
Tras pasar varios días ingresado en un hospital, fue trasladado a
Cienfuegos y encarcelado en una celda de castigo por haber desertado del
servicio militar. Días después, las autoridades informaron de que Darío
se había ahorcado con una sábana, aunque a los prisioneros no se les
permite tener sábanas u otras prendas en las celdas de castigo. Al
morir, dejó una joven viuda y una hijita de un mes.

Gerardo Contreras Hernández y Antonio Hernández Rivero fueron asesinados
por un agente de policía el 26 de noviembre de 1990 en La Coloma,
provincia de Pinar del Río, Cuba. Gerardo, de unos 25 años de edad,
estaba celebrando una fiesta de cumpleaños con varios amigos, escuchando
música y bebiendo. Un agente de la policía local se presentó en la
fiesta, les conminó a cesar la música y les advirtió de que volvería
para comprobar que habían cumplido la orden. Cuando el agente regresó,
la música todavía sonaba. Gerardo empezó a discutir con él; el agente
sacó la pistola y le disparó. Un amigo de Gerardo, Antonio Hernández, se
encontraba cerca de allí cuando oyó los disparos y se acercó corriendo.
Cuando vio que su amigo estaba muerto, empezó a discutir con el agente,
que una vez más sacó la pistola disparó, matándolo en el acto. Los demás
amigos que estaban en la fiesta fueron juzgados y condenados a cuatro
años de prisión (se supone que el agente de policía no fue procesado).

Marcelo Díaz González fue presuntamente asesinado el 9 de noviembre de
1973 en las dependencias de la Seguridad del Estado en Santa Clara,
provincia de Las Villas. Marcelo estaba encarcelado en la prisión rural
de Manacas, en la provincia de Las Villas. Pocos días antes de cumplir
su condena, fue trasladado a la sede de la Seguridad del Estado (G-2) en
la ciudad de Santa Clara, para someterlo a interrogatorios y allí
falleció. A su familia le comunicaron que se había ahorcado en la celda,
pero el cadáver mostraba señales de haber recibido una paliza salvaje,
con heridas y moratones en el rostro y el cuerpo.

José Angel Masó Hernández, fue muerto el 8 de noviembre de 1975 en la
prisión Kilo 5 1/2 de Pinar del Río. Masó Hernández era un preso
político de unos 35 años de edad que había sido condenado por conspirar
contra los poderes del Estado. Como castigo por su negativa de asistir a
las sesiones de adoctrinamiento que se impartían en la prisión, Masó
recibió inyecciones diarias de una sustancia desconocida por órdenes del
director del penal. Vomitaba diariamente hasta que falleció sin haber
recibido atención médica. Los funcionarios dijeron que había muerto de
un infarto.

Florentino Peláez hijo, de 17 años de edad, y su padre, del mismo
nombre, fueron ejecutados el 15 de noviembre de 1963 en Santa Clara,
provincia de Las Villas. Este modesto campesino y su hijo fueron
fusilados porque habían colaborado con los insurgentes que luchaban
contra el régimen comunista de Fidel Castro. Antes de ejecutarlos, les
extrajeron sangre (Cuba la vendía secretamente a otros países). El hijo
fue fusilado primero, delante de su padre.

Source: Cuba: November victims / Víctimas de noviembre -
http://us12.campaign-archive1.com/?u=f93aaff2d1c7f165f9da290f6&id=1635df041c&e=45d9ff4f3c

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