Salvarse a cualquier precio
JORGE OLIVERA CASTILLO | La Habana | 22 Ago 2014 - 7:30 am
¿Festejar el cumpleaños del dictador como paso previo a una actuación en
Miami?
Al castrismo no le faltan la música y los aplausos. Siempre los consigue
a precio de saldo. Le basta con un coctel de amenazas y recompensas para
que se presenten en fila india, trovadores, cantautores y orquestas,
dispuestos a engalanar con fusas y corcheas el desastre nacional.
¿Cuántas adhesiones han logrado con la aprobación de un viaje al
exterior o la entrega de un automóvil de segunda mano, convoyados con un
alijo de promesas y varios tickets para ocupar un sitio privilegiado en
el limbo?
A muchos de los guateques revolucionarios donde se mezclan canciones y
halagos a la vieja guardia del partido le anteceden esas maniobras, a
prueba de rechazos.
Ninguno de los convocados renuncia a un papel totalmente ajeno a lo
aprendido en las academias musicales o de manera autodidacta. Sin
sonrojarse, exaltan y reverencian a los culpables de que Cuba se haya
convertido en un símbolo del desorden y la mediocridad. Los intervalos
del discurso musical los rellenan con consignas del viejo arsenal
neoestalinista.
En los estribillos tampoco falta la adulonería y las exhortaciones a
mantener la fe en el modelo que transita hacia un fascismo que insisten
en vender con el rótulo de "actualizaciones del modelo socialista".
Uno de los últimos desempeños estuvo a cargo del grupo Buena Fe que
celebró en grande el onomástico de Fidel Castro en un concierto
celebrado en La Habana.
Habrá quien diga que no es el ejemplo más miserable de cuantos se han
escenificado, pero valdría la pena aclarar que no es el primero, y
tampoco el último de la conocida agrupación.
Cabe la posibilidad de que lo hayan hecho sin que mediasen recados de
los organizadores del evento. Si la reverencia al exdictador fue
espontánea, pues tienen todo el derecho a manifestarla cada vez que lo
deseen.
Por las características del contexto, es imposible asegurarse de la
autenticidad de tal postura. El cinismo es el modo de salvar las
apariencias.
Las sospechas aumentan al examinar el repertorio del grupo. Las letras
de algunas de sus canciones ponen al desnudo muchos de los problemas
causados por la desidia gubernamental.
Bien podría traerse a colación la máxima de que "juegan con la cadena,
pero no con el mono"; es decir que critican las consecuencias y obvian
las causas, algo que está fuera de dudas. Al margen de eso, hay algo
imposible de soslayar y es que los textos demuestran que Buena Fe ha
escarbado en los entresijos de la sociedad con lupa y desvelo.
Desde hace algún tiempo existen espacios para los amagos de disidencia,
de artistas e intelectuales que pertenecen al gremio oficial. Es parte
de un diseño de relaciones públicas. Uno de los canales para que fluyan,
sin tropiezos, las aguas del oportunismo.
Eso sí, cada reproche debe ser matizado con poses de incondicionalidad.
Es el requisito para ganarse las dádivas. Por ejemplo, Buena Fe ofrecerá
un concierto el próximo 18 de septiembre en el Miami Dade County
Auditorium, y su actuación en la ciudad que el Gobierno cubano considera
un nicho de terroristas y contrarrevolucionarios merecía antes, en
compensación, un acto sublime de lealtad en un día tan señalado.
Dicen los entendidos que es el instinto de conservación. Lo más tétrico
del asunto es que nadie sabe cuánto falta para que caiga definitivamente
el telón del circo.
Source: Salvarse a cualquier precio | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1408618325_10066.html
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