Monday, July 8, 2013

Ponerle ojos a la lengua

Ponerle ojos a la lengua
LUNES, 08 DE JULIO DE 2013 02:43
ESCRITO POR JULIO CÉSAR ÁLVAREZ

Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Cuando vimos aquellas
imágenes en la primavera del año 2004, el refrán "vale más una imagen
que mil palabras" regresó del olvido para recordarnos la vigencia de su
significado. El televisor de la prisión habanera donde nos encontrábamos
trasmitía las imágenes de los maltratos a los prisioneros en la prisión
iraquí de Abu Ghraib.

Algunos carceleros, pertenecientes a la policía militar de la coalición
vencedora, posaban sádicamente ante la lente de una cámara fotográfica
mientras abusaban de los reos que se suponía debían cuidar.

El gobierno cubano, y los adversarios del gobierno de los EEUU hicieron
su agosto político con aquellas imágenes. Las denuncias por los años de
maltratos y torturas que los carceleros del derrocado dictador Saddam
Husein cometieron en aquella misma prisión palidecieron ante la impronta
gráfica de un grupo de sádicos.

El presidente de los EEUU pidió perdón públicamente por aquel ultraje,
pero los fantasmas de aquellas instantáneas aún recorren el mundo.

La comisión norteamericana de investigación sobre los abusos en Abu
Ghraib llegó a la conclusión de que, entre otras cosas, los abusos se
debieron al sadismo de los soldados del turno de noche.

Como prisioneros de las cárceles cubanas por más de 16 años sabíamos que
bien pudo ocurrir de esa manera. Nuestros carceleros en la Prisión
Especial de Camagüey, al igual que sus pares norteamericanos e ingleses,
también mostraban una alta dosis de sadismo. La única diferencia
radicaba en que nuestros carceleros del turno de noche eran tan sádicos
como los del turno de día. La luz de sol nunca fue una impedimenta para
que estos hombres mostraran su lado más oscuro.

La paliza era su herramienta favorita. Carceleros como los hermanos
Pimentel, el sub oficial La Rosa, el negro Fidel, el capitán Mora (jefe
de la Prisión Especial de Camagüey), y otros cuyos nombres aparecen en
las denuncias hechas a través de los años, eran un equipo de tortura muy
bien engranado.

Quién hubiera contado en esos días con una cámara fotográfica, para
poder retratarle al mundo cómo estos carceleros usaban de noche a los
perros dentro del penal para sorprender a los reos que no estuvieran
acostados en sus literas después del toque de silencio.

Retratar a esa jauría vestida de verde olivo mientras apaleaba a un reo
por orinar en hora de silencio, o sencillamente por padecer de insomnio,
por tan sólo poner un ejemplo.

Durante muchos años habíamos denunciado toda clase de abusos y maltratos
en las cárceles de nuestro país, pero sin la asistencia de una prueba
gráfica que respaldara a nuestro verbo, acusado muchas veces de calumniador.

Si en su momento nuestras lenguas hubiesen tenido los ojos que
denunciaron los abusos en Abu Ghraib, nuestro gobierno no hubiera podido
esconderse tras la retórica de todos estos años. Tampoco las idílicas
imágenes de las prisiones cubanas, mostradas recientemente por la prensa
y la televisión, hubieran podido confundir a tanta gente.
Nos faltó, como bien nos dijo un amigo, ponerle ojos a la lengua.

Para Cuba actualidad: ajuliocesar68@gmail.com

Source: "Ponerle ojos a la lengua | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente." -
http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/7939-ponerle-ojos-a-la-lengua.html

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