Lunes, Marzo 26, 2012 | Por CubaNet
SANTIAGO DE CUBA, Cuba, 26 de marzo, (Agencias, www.cubanet.org) – El
papa Benedicto XVI arribó a Santiago de Cuba el lunes, donde fue
recibido por el gobernante Raúl Castro con un largo discurso que
pretendió pasar por alto años de represión y discriminación religiosa y
política en la isla caribeña.
Tras descender del avión, el Papa estrechó las manos de Raúl Castro y el
Pontífice caminó por la alfombra roja en el aeropuerto Antonio Maceo,
donde lo recibieron cuatro niños que le hicieron entrega de unas flores.
Benedicto bendijo a cada uno de ellos, describió martinoticias.com.
Raúl Castro, acompañado por varios miembros de su gabinete, recibió al
Papa con una arenga política, en la que criticó a Estados Unidos por
mantener a la isla bajo un embargo económico y criticó a los causantes
de la pobreza mundial. También citó a su hermano Fidel Castro cuando
dijo que "una importante especie biológica está a punto de desaparecer"
por "la presencia de enormes armas nucleares". Continuó hablando de "los
indignados que no soportan la injusticia" en tanto "una ínfima parte de
la población acumula las riquezas".
"De Martí aprendimos a rendir culto a la dignidad plena del hombre y
heredamos la fraterna fórmula que seguimos hasta hoy, de todos y para
el bien de todos", recalcó el gobernante. "Sin razón a Cuba se le
calumnia, pero nosotros confiamos en que la verdad, de la que jamás nos
apartamos, siempre se abre paso", agregó.
Por su parte, durante su discurso Benedicto XVI dijo que lleva en su
corazón "las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los
cubanos, donde quiera que se encuentren" y que viene como "peregrino de
la Caridad".
"Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos
los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías,
sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los
jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos
y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los
pobres y necesitados", dijo el Sumo Pontífice.
"Cuba está mirando hacia el mañana para ensanchar sus horizontes". A los
cubanos "los tengo muy presentes en mi corazón y en mi oración", agregó
Benedicto XVI.
Al terminar los discursos se escucharon gritos de "¡Aquí está, aquí
está!" que cantaba la muchedumbre, pero que se confundieron con
exclamaciones de "¡Libertad". Según algunos observadores, tales
consignas han sido creadas para ahogar, si fuese necesario, cualquier
clamor de libertad que salga de entre los presentes en las próximas misas.
Benedicto XVI viajará el martes a La Habana, donde oficiará una misa en
la Plaza de la Revolución el próximo 28 de marzo antes de culminar su
vigésimo tercera visita apostólica internacional.
Desde La Habana, nuestra reportera Dania Virgen García recogió opiniones
sobre la visita del Sumo Pontífice a la isla.
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