Monday, July 8, 2013

Tres veces te matan

Tres veces te matan
Lunes, Julio 8, 2013 | Por Frank Correa

LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -El general Raúl Castro dijo que
la alimentación era un problema de seguridad nacional. Bien pudiera
añadir que los precios también, porque igual que la corrupción, los
precios pudieran poner fin a la revolución cubana.

"Es que están corroyendo el entusiasmo revolucionario", dice un teniente
coronel retirado de Tropas Especiales, todo el día luchando la
supervivencia por la calle. Ayer, en el agromercado, luego de comprar
plátanos, malanga y rábanos para su dieta, comprobó que sus bolsillos
quedaron esquilmados. "Todo un mes de retiro para esto", dijo en voz alta.

La cabeza de ajo, que hasta hace poco costaba dos pesos, en las
carretillas hoy está a cinco pesos. Guizazo, el carretillero, sin
siquiera moverse de la caja donde está sentado dice: "Lo tomas o lo
deja". Añade Guizazo que "en Cuba no hay cuentapropistas, sino
revendedores, porque hay que comprárselo todo al estado, caro, para
revenderlo a la gente a un precio más alto. Los campesinos llegan a
nosotros con los precios a tope, porque ya el estado los exprimió en la
cosecha".

Dice que "él es solidario con las personas desvalidas y los ancianos y a
veces le regala una cebolla, o un tomate", de los que están en mal
estado que igual los exhibe en el mostrador. "Y no hablemos de los
precios en las tiendas de divisa, que es cosa de risa. O de llanto.
Vamos a centrarnos en el cubano común, que es la mayoría, que tiene que
comprarle la merienda diaria a los niños para la escuela y lo más barato
es un pan con croqueta y un vaso de refresco instantáneo, una
combinación de cinco pesos que es la media a que pueden aspirar con sus
salarios".

Una anciana que quería hacer un potaje de frijoles traía un cuc. Compró
una libra de colorados y una de ají y el cuc desapareció. Preguntó en
voz alta: "¿A qué rayos va a saber esto?, por los precios, al parecer,
se ha perdido la solidaridad entre los cubanos. La antigua familiaridad
entre vecinos.

"Pero no están en Cuba todos así", dijo la viejita. "Si los jerarcas
tuvieran que bajarse de los autos y meterse en una cola de ampanga y
gastarse el salario del mes en una batalla, de antemano perdida, ahí
mismo se acaba la revolución".

En el kiosco de la carne de puerco, un individuo que apodan Cosa Gorda
compró un pedazo que era puro hueso, la mayor parte era grasa y de carne
solo un filamento. "¿Trescientos pesos?", preguntó estupefacto.

"Trescientos pesos antes era una fortuna", dijo Cosa Gorda. "Yo vi matar
por esa suma, en Guantánamo, en un juego de dados . Y ahora trescientos
pesos es esto", levantó el hueso grasoso.

En el kiosco de la carne de puerco se vende como cuentapropista, pero en
realidad es el estado quien la financia. Ambos dependientes se han
comprado autos, porque allí se roba a lo descarado.

"Tres veces te matan", dice Cosa Gorda, "en la pesa, en el precio y en
el cambio. Nunca tienen vuelto. Te lo completan con un pedazo de seso, o
de hocico, vendido como carne. Son unas lámparas estos tipos".

Source: "Tres veces te matan | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/tres-veces-te-matan/

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