Friday, July 12, 2013

Cinco cosas gratis para hacer en La Habana

Publicado el jueves, 07.11.13

Cinco cosas gratis para hacer en La Habana
POR PETER ORSI
ASSOCIATED PRESS

LA HABANA -- Para ser una ciudad donde el sueldo promedio de un empleado
del gobierno es del equivalente a 20 dólares al mes, La Habana es un
sitio bastante caro, al menos para los turistas.

Un daiquiri cuesta seis dólares en El Floridita, el bar preferido de
Ernest Hemingway, y por todos lados hay gente que trata de venderle al
visitante puros pirateados. A veces da la impresión de que todo el mundo
en la capital quiere sacarle dinero a los turistas.

Afortunadamente, varias de las principales atracciones de La Habana no
cuestan nada. Aquí cinco formas de explorar esta ciudad detenida en el
tiempo sin tener que pagar gastos adicionales a los que les cobraron las
compañías turísticas.

MALECON

Comenzó a ser construido en el 1900, durante la ocupación de Estados
Unidos, y se completó en 1958, bajo el gobierno de Fulgencio Batista.
Tiene una extensión de seis kilómetros (cuatro millas) que van desde la
parte antigua de la ciudad hasta el río Almendares. No hay momento
inoportuno para recorrer lo que los habaneros llaman el "gran sofá",
aludiendo a que es un centro de actividad social que funciona las 24
horas del día, los siete días de la semana. Al amanecer, mientras la
ciudad despierta, está lleno de pescadores. Por la tarde, bajo un sol
brillante -no se olvide del protector solar- los niños juguetean
haciendo piruetas en el agua. Pero el Malecón cobra realmente vida por
la noche, en que miles de personas se congregan para charlar, reírse y
tomar ron, mientras las parejas dibujan románticas siluetas contra un
cielo carmesí. Los fines de semana, en el Malecón y la calle 23 hay una
atmósfera de fiesta. Para tener una experiencia menos intensa y
disfrutar de los mejores atardeceres, vaya al sector donde el Paseo del
Prado se encuentra con el muro.

HABANA VIEJA

Nadie se puede ir de La Habana sin haber caminado por las calles
adoquinadas del sector colonial, buena parte del cual fue renovado por
la Oficina del Historiador de la ciudad. Un recorrido de las cuatro
plazas públicas permite ver las principales atracciones: la Plaza de la
Catedral, donde se encuentra el más importante templo católico romano de
la ciudad; la Plaza de Armas, donde hay puestos de venta de libros,
monedas y recordatorios del Che Guevara en un mercado callejero; la
Plaza Vieja, donde juegan niños uniformados de una escuela del barrio, y
la Plaza San Francisco, adonde llegan los autobuses turísticos que
recorren La Habana. En esta última plaza abundan las mujeres con
atuendos coloridos y tocados de flores en sus cabezas, que mascan tabaco
y se ganan la vida como "anfitrionas" con sello oficial, quienes se
aferran a los brazos de los hombres y dejan marcas de lápiz labial en
sus mejillas. Se espera que se les dé una propina si se toman fotos con
uno, pero un "no gracias" alcanza para que lo dejen tranquilo.

AUTOS VIEJOS

La fama de La Habana como un museo viviente de automóviles es bien
justificada. Por todos lados hay vehículos Chevrolet, Ford y Cadillac de
la década de 1950 que ya prácticamente no se ven en otros sitios. Si
bien algunos se encuentran en un estado precario, con repuestos
improvisados y creativas soldaduras, otros lucen muy bien. Si quiere
transportarse al pasado viendo automóviles viejos vaya a las calles
alrededor del edificio del Capitolio, donde los dueños de autos clásicos
estacionan sus vehículos para que puedan ser observados por turistas
nostálgicos. Los propietarios de motocicletas Harley-Davidson se reúnen
informalmente los sábados por la tarde para mostrar sus juguetes, casi
todos de antes de la revolución de 1959.

TALLER ARTISTICO

Al final de un callejón que nace en la Plaza de la Catedral, en un
antiguo baño público, se encuentra el Taller Experimental de Gráfica,
fundado en 1962 siguiendo instrucciones del Che y que hoy alberga
puestos de decenas de artistas a los que les encanta hablar de sus obras
con los visitantes. Algunos pueden conversar en inglés y les muestran a
los curiosos cómo se hacen litografías y grabados, o cómo se trabaja la
madera. Casi todo lo que se ve está en venta, pero a nadie lo presionan
para que compre. Para ver más arte libre, camine por la Calle 23,
conocida como "la Rampa", donde hay decenas de mosaicos colocados en el
piso de las veredas de maestros cubanos como Wilfredo Lam que
constituyen una verdadera galería callejera que se extiende varias cuadras.

LA ESQUINA CALIENTE

Los aficionados al béisbol no pueden dejar de ir a la "esquina caliente"
del Parque Central. Se trata de un rincón a la sombra de los árboles
donde se congregan apasionados al deporte nacional cubano y discuten por
horas durante la temporada de béisbol, de noviembre a junio. Si eso no
le basta, una entrada a las bulliciosas tribunas del Estadio
Latinoamericano, o "El Latino", donde juegan los Industriales, el club
más tradicional de Cuba, cuesta centavos.

Peter Orsi está en Twitter como http://www.twitter.com/Peter-Orsi

Source: "Cinco cosas gratis para hacer en La Habana - Cuba -
ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/07/11/1519754/cinco-cosas-gratis-para-hacer.html

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