Saturday, November 12, 2016

Recorrer La Habana tras un Fiat polaco

Recorrer La Habana tras un Fiat polaco…
FRANK CORREA | La Habana | 12 de Noviembre de 2016 - 09:29 CET.

Cogí una "botella" hace poco en la rotonda del Palacio de las
Convenciones, solidaridad de un funcionario de Comercio Exterior
(MINCEX) que manejaba un Lada, y desde el asiento de atrás escuché una
confesión que le hacía al colega que viajaba a su lado.

"¿Sabías que los 'polaquitos', vendidos a los trabajadores vanguardias
como autos en los años 80, eran un aditamento de las grúas compradas en
los convenios del CAME? Pues sí, créelo, venían como un accesorio del
equipo, para que los choferes los utilizaran para ir a almorzar o llegar
temprano al trabajo. Una forma de asegurar calidad y eficiencia. ¡Y aquí
los vendieron como carros!"

Al terminar de hablar hizo un gesto sugestivo, como revelando su
complicidad en el truco. Luego sonrió, tal vez recordando otros trucos
que se han sacado de la chistera los revolucionarios en más de medio
siglo de gobierno.

Íbamos por Quinta Avenida, donde la velocidad mínima es de 80
kilómetros. Delante iba un polaquito que, a pesar de su tamaño mínimo,
adelantaba a los grandes autos. Por más que el funcionario aceleraba el
Lada no conseguía darle alcance.

"Son buenos carros. Verdaderas fosforeras, en gasolina no gastan casi
nada. Fue la cosa mejor que hicieron los polacos", el funcionario del
MINCEX vio cómo el polaquito se alejaba.

Luego de un corto silencio expresó: "¡Mira cuánto terreno yermo! Hago
este recorrido de la casa al ministerio todos los días, desde hace años,
y de memoria me los conozco. 26 áreas de terreno baldío, donde muy bien
pueden elevarse 26 edificios. ¡Con tanta gente que ha perdido sus
viviendas en ciclones… o derrumbes…! En otros tiempos yo pensaba que
esos espacios vacíos cada dos o tres cuadras eran sitios estratégicos,
imprescindibles. Ahora creo que son áreas subutilizadas".

Quinta Avenida es una vía expedita, la ruta oficial del Gobierno y el
Estado. Alrededor del Lada, delante y detrás, vi una hilera de
ministros, viceministros, funcionarios del Comité Central, del Buró
Político, diplomáticos, generales, serios, meditabundos, mirando
fijamente adelante mientras iban a sus trabajos. Y por la senda
contraria, una fila de autos igual, regresando a sus residencias en el
reparto Siboney o Jaimanitas.

"Mira los garajes de las casas… vacíos…", continuó el funcionario. "Hace
un par de años tú pasabas y veías todos esos garajes con un auto, tapado
con lona o montado en burros, añejándose. VW, Ladas, Moskovich, Volgas,
polaquitos… mira ahora si ves alguno. A todos los han echado a andar,
para venderlos o ponerlos a botear como taxis. Te das cuenta que algo
está cambiando, algo que antes estaba prohibido. Son los nuevos tiempos,
que los han resucitado, como a ese cabrón polaquito que ya se me perdió
en el túnel."

Source: Recorrer La Habana tras un Fiat polaco… | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1478864448_26646.html

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