Por quién doblan las campanas
[22-08-2014 11:30:22]
Pedro Corzo
Escritor, Periodista y Editor
(www.miscelaneasdecuba.net).- Ninguna persona es una isla; la muerte de
cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por
eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.
Jhon Donne.
La mayoría de las personas son indiferentes al sufrimiento, fracasos y
los pesares de los otros, hasta que una parte de esa pena le toca y
entonces se percata que nada humano es ajeno y que lo menos ajeno de
todo, es la perdida de las libertades, de los derechos, e inclusive de
la vida.
La pena es que muchos se percatan de esa realidad demasiado tarde.
Cuando no resta tiempo ni posibilidad de enfrentar con posibilidades de
éxitos a quienes disfrutan exterminando con cualquier pretexto a sus
semejantes.
En el mundo de hoy hay muchas campanas doblando. Guerras cruentas,
fanatismos religiosos o políticos, desplazamientos de personas,
represión gubernamental y terrorismo de estado o de organizaciones que
solo conciben la violencia extrema para poder hacer realidad sus
utopías, como ocurrió con el periodista Jamen Foley, brutalmente
asesinado por el llamado Estado Islámico.
Es mucho el redoblar y tan estruendosas las campanadas, que es necesario
esforzarse para identificar entre todas las notas aquellas que producen
un mayor pesar a quien es capaz de escucharlas.
Por ejemplo cuando en Cuba se estableció el régimen totalitario de los
Castro y paulatinamente los cubanos fueron encerrados en la Granja de
Georges Orwell, una ínfima minoría escuchó las campanadas, incluyendo
los que habitaban el templo donde estaba el campanario.
Silencio cómplice ante los atropellos y abusos de autoridad.
Confiscaciones y robos. Silencio más profundo ante los muertos y presos.
Fin de la libertad de expresión e información. Desplazamientos forzosos
de miles de personas, pero lo menos comprensible fue la cantidad de
campaneros que en el hemisferio, colaboraron con el sacristán cubano
para que en sus países se escucharan las mismas notas fúnebres que
cubrían la isla.
Fueron muchos los sordos en Cuba y fuera de ella. Se pudiera decir que
sobraron quienes estaban dispuestos halar las sogas para que el tañer
fuera más fuerte y despiadado.
Algo similar ocurrió cuando el mismo sacristán llegó a Venezuela para
tocar con furia las campanas de ese país. El tañer es fuerte, la
violencia también ha terminado con la vida de muchas personas y al igual
que en Cuba los derechos ciudadanos son conculcados de forma permanente
y sistemática.
Cierto que ese repicar fúnebre también escandaliza en Nicaragua, Bolivia
y Ecuador y otros países, por eso es tiempo de prestar atención a esos
pueblos, porque aunque no repiquen ensordecedoramente, se aprestan para
hacerlo.
Las campanas que suenan en Venezuela también son poco escuchadas, pero
vale la pena destacar una diferencia entre los que no quieren escuchar
uno u otro tañer, aunque el resultado sea el mismo.
En Cuba el ruido no llega a quienes por compromisos ideológicos, temor
al chantaje político o como consecuencia de amenazas, prefieren no
escuchar y menos ver, en Venezuela, simplemente la sordera es por
razones económicas.
Hugo Chávez en su momento, Nicolás Maduro en el presente, simplemente
compran conciencias. Las riquezas venezolanas ha seducido cómplices en
gobiernos, empresas y organismos internacionales.
Los cubanos y los venezolanos que escucharon las campanas pagaron caro
su sensibilidad, y lo peor, hay quienes todavía siguen pagando el precio
por cumplir con sus convicciones, y es a dos de ellos a quienes está
dedicado este llamado de conciencia que debe superar el tañido de las
campanas.
El comisario venezolano Iván Simonovis, cumple una sentencia de 30 años
de cárcel acusado por dos de las 19 muertes que ocurrieron durante el
golpe contra el gobierno chavista en el 2002.
Simonovis está muy enfermo. Ha cumplido casi diez años encarcelado. La
mejor demostración de su inocencia es cómo funcionan los tribunales de
justicia de Venezuela.
Simonovis y sus compañeros de causa que también guardan prisión, fue
juzgado por jueces partidarios del gobierno y hasta un comisario
encargado de la investigación declaró que no encontraron pruebas que
sostuvieran las acusaciones contra los procesados.
En Cuba, aunque por otros motivos, pero igualmente por cumplir con su
deber como ciudadano, está encarcelado junto a otros muchos, Armando
Sosa Fortuny.
Este hombre quien también se encuentra enfermo fue a prisión por primera
vez en 1960. Enfrentó a la dictadura de los Castro con las armas en las
manos y permaneció 18 años en la cárcel. En 1996 de nuevo fue condenado
por iguales motivos por lo que ha estado encarcelado treinta y seis
años, más de la mitad de lo que ha vivido.
Las campanas están sonando por ellos y por muchos como ellos, la
solidaridad es mandataria, por qué esperar a que repiquen por todos, por
nosotros.
Source: Por quién doblan las campanas - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53f70dae3a682e0830d8c60b#.U_cZlfmSwx4
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