Tuesday, July 16, 2013

Un bienvenido regreso a la realidad para Raúl Castro

Un bienvenido regreso a la realidad para Raúl Castro
[16-07-2013]
René Gómez Manzano
Abogado y periodista independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- A diferencia de lo que solía suceder con
las interminables y divagantes peroraciones de su hermano mayor, el
breve pero sustancioso discurso pronunciado por el presidente cubano
Raúl Castro Ruz el pasado 7 de julio, en la clausura de otro fugaz
período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha
generado el justificado interés de la opinión pública nacional e
internacional.
Aunque el orador tocó varios puntos importantes en su alocución, yo
diría que el plato fuerte de ella fue el señalamiento que de manera
abierta y descarnada hizo a la proliferación de las indisciplinas
sociales y la pérdida de las buenas costumbres por parte de los cubanos,
tema del que afirmó que "no resulta agradable para nadie".

El mandamás, convencido de que "el primer paso para superar un problema
de manera efectiva es reconocer su existencia en toda la dimensión",
criticó sin ambages "el acrecentado deterioro de valores morales y
cívicos". Entre estos citó "la honestidad, la decencia, la vergüenza, el
decoro, la honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás".
Mencionó incluso la difusión de "conductas antes propias de la
marginalidad".

En un plano más concreto, fustigó el "ver normal el robo al Estado", "la
aceptación de sobornos y prebendas", "las construcciones ilegales", "el
incumplimiento de los horarios", "el irrespeto al derecho de los
vecinos", "el uso indiscriminado de palabras obscenas", la violación de
"las más elementales normas de caballerosidad y respeto" y la
participación de maestros y familiares en "hechos de fraude académico",
entre otras muchas calamidades.

Formuladas todas esas críticas, corresponderá ahora a los informadores
castristas glosar y enriquecer lo expresado por el General de Ejército.
Éste, tras afirmar que sobre el tema "se puede estar hablando varias
horas", aseguró que lo dicho por él era suficiente, y lanzó su
orientación a la disciplinada prensa oficialista: "Lo demás se debe
publicar".

No dudo que los escribidores del régimen cumplan con la consigna
trazada; de hecho, la Televisión Cubana comenzó a hacerlo de inmediato,
con mini entrevistas realizadas a los ciudadanos, quienes de manera
unánime —¿acaso cabía esperar otra cosa?— comentaron lo acertado y
oportuno de los planteamientos raulistas y les expresaron su pleno respaldo.

Aquí viene al caso una pregunta ineludible: ¿Y cómo queda, en este nuevo
contexto, la aguerrida prensa independiente cubana? Sus representantes
han denunciado y criticado esos mismos males durante años. Como es obvio
—y a diferencia de sus obedientes colegas del oficialismo—, no esperaron
a que el jefe supremo hablara, dictara sus órdenes o anunciara su
conformidad al respecto.

Sin embargo, el orador, antes de abordar ese peliagudo tema, sí aludió a
"la gran prensa internacional, especializada en denigrar a Cuba y
someterla a un frenético escrutinio". En ese contexto, omitió mencionar
a los aludidos informadores alternativos radicados en el país, muchos de
los cuales han sufrido acoso, persecución y hasta cárcel, ¡precisamente
por haber dicho cosas como las que él hoy expresa!

De las palabras del Primer Secretario del Partido Único se saca una
conclusión curiosísima: Si en los órganos no controlados por el régimen
se fustiga la descomposición moral sufrida por Cuba bajo el castrismo,
se trata de 'denigración', "asedio" y "frenético escrutinio". Si, por el
contrario, las críticas las hace el propio mandamás de turno o los
"periodistas" que se le subordinan, sólo cabe hablar de franqueza,
honestidad y entereza.

Pero el discurso del actual jefe supremo invita a formular otras
preguntas: Cuando él condena esas manifestaciones de incivilidad y la
pérdida de la decencia y de "la sensibilidad ante los problemas de los
demás", ¿estará anunciando también el fin de los atropellos y golpizas
que se propinan a los activistas pro democracia durante los tristemente
célebres "actos de repudio"? ¿Cesará la represión contra los periodistas
independientes por decir sus verdades sin pedir permiso?

En cualquier caso, resulta positivo que el General-Presidente haya
reconocido este nuevo fruto del régimen que ahora encabeza él, y que se
viene a sumar a las muchas otras calamidades que, en indisoluble
relación con el apellido Castro, han caído sobre nuestra desdichada Cuba
durante los cinco últimos decenios.

Source: "Un bienvenido regreso a la realidad para Raúl Castro" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/51e50b743a682e0438ab82fc

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