Tuesday, July 23, 2013

Solidaridad y Libertad

Solidaridad y Libertad
[22-07-2013]
Reinel Díaz Gómez
Abogado

(www.miscelaneasdecuba.net).- A más de dos décadas del momento histórico
más significativo del siglo XX, cuando Gorbachov puso fin a la guerra
fría y de pronto el peligro de un desastre nuclear desapareció ante
nuestros ojos, los dirigentes de mi país, aún no asumen que un nuevo
mundo ha cobrado vida en el devenir humano.
Ya no existe el muro de Berlín. La informática, la robótica y la
ingeniería genética han convertido a la ciencia ficción en una pálida
caricatura de la realidad, las naciones se han agrupado en bloques
económicos, toda la humanidad ha continuado su evolución.

El fenómeno de la Perestroika modificó el tipo de preocupaciones
políticas y sociales, permitió acercar posturas y modificar otras
asentadas por años, creo en definitiva la posibilidad de conciliar dos
aspiraciones hasta ese entonces aparentemente opuestas, dos fenómenos
defendidos como patrimonio de ideologías distintas, la solidaridad y la
libertad, alternativas hasta ese entonces, no compatibles para un modelo
de sociedad.

La Solidaridad, concepto defendido por el bloque Socialista y la
Libertad, concepto defendido por el bloque Capitalista, hoy podemos
hablar de convivencia entre estos dos fenómenos ideológicos, pero aún
quedan rastros invariables en la mente de nuestros dirigentes, ¿temor al
cambio, temor a la pérdida del poder, temor a brindar un mejor bienestar
a la sociedad?

Sus mentalidades, sus puntos de vista, sus conductas formadas en un
paisaje en Blanco y Negro, con buenos y malos, con Norte y Sur, Este y
Oeste; un paisaje compartimentado donde cada bando era capaz de luchar
en contra de la ideología opuesta y así mantienen configurada su visión
del mundo en permanente adversidad.

Los cubanos fuimos obligados a afiliarnos a alguna de estas posturas,
fuimos obligados a encasillarnos y a luchar por la solidaridad, nuestros
ideales tuvieron que abanderizarse para responder a esta posición que
nos proponían y los que abogaban por la libertad no tenían más espacio
que solicitarla desde el otro lado del mar caribe, a la distancia de 90
millas.

Los que se quedaron se formaron en un mundo que además tenía una
división física, un muro, un pantalla que ni siquiera permitía ver a la
distancia como era la otra postura, ese muro creció hasta la década del
90 del pasado siglo, también dentro de nuestro pensamiento.

Los que están en el poder, tienden a plasmar externamente los mitos, las
teorías y los valores de la época que ya no existe, pero que vive
fuertemente en el recuerdo social en que se formaron, es por ello que se
impone el inevitable paso a la juventud, a las ideas frescas.

Para los creyentes de uno u otro sistema, los lenguajes, las acciones y
los usos sociales contrastan fuertemente con aquel paisaje en se
formaron sus recuerdos, es muy diferente el "espectáculo" que estamos
viviendo hoy a todo lo que hemos vivido.

Hoy el mundo ha cambiado, ya las películas son en colores, ya los buenos
y los malos han tomado matices diferentes, las regiones se unen, los
extremos se acercan, el poderoso Norte no puede avanzar sin considerar
al Sur y el Este se impone con sus economías emergentes.

La situación actual choca con todo lo que se conoció hasta ahora, cuesta
entenderla, es algo nuevo y frente a ello, la memoria se resiste como
una acción de nuestra raza, los humanos siempre hemos sido reacios a los
cambios, pero la vida se nos impone, la evolución continúa y debemos
avanzar, ya la historia hay que escribirla con otra pluma, tras tantos
años de fracaso hay que integrar la libertad y la solidaridad.

Frente a los cambios surgen dos opciones: i) tratar de seguir imponiendo
ese paisaje propio de otro momento, del momento de nuestros padres y
abuelos, o ii) buscar orientarnos por los modelos de aquello que se
impone y es capaz de iluminar el futuro, permitiendo la comprensión del
pasado.

Nuestros nuevos objetivos deben encaminarse a la conciliación de la
libertad con la solidaridad para poder seguir avanzando, ya no se cree
en el poder de la "masa humana" dirigida desde un pódium en la Plaza de
la Revolución o a través de un discurso kilométrico, sino que debemos
dedicarnos a rescatar al individuo para hacer con él un aporte al
conjunto, dejar de fomentar los opuestos y los bandos de buenos y malos.

Encaminémonos a una nueva sociedad, la cual deberá tener como únicos
parámetros válidos, las aspiraciones profundamente humanas, en donde el
valor de uno y de los demás cobre categoría de tal, en reemplazo del
hombre mercancía, del hombre productor o consumidor, donde la producción
sea el correlato material de la solidaridad, donde no se sienta el freno
o el control, sino la total incapacidad de ejercer cualquier violencia
propia de la prehistoria humana, en donde la razón y el saber no tengas
ya inquisidores.

Avancemos de la mano, quebrantemos los muros que aún quedan de pie,
impongamos el concepto de humanidad, de lucha por el prójimo, de hacer
de cada cubano un hermano, no un vigilante del vecino, tomemos lo bueno
del pasado y lo mejor del presente y hagamos futuro, creemos una nueva
Cuba con educación y salud gratuita, pero con libertad y oportunidades
para todos, este es el camino al que hay que atender y responder en los
futuros e inmediatos pasos.

Source: "Solidaridad y Libertad - Misceláneas de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/51ecfb833a682e1214e870af

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