Wednesday, July 17, 2013

Respuesta a Ricardo Alarcón

Respuesta a Ricardo Alarcón
ELIÉCER ÁVILA | La Habana | 16 Jul 2013 - 11:51 pm.

Ricardo Alarcón, expresidente de la Asamblea Nacional, se queja de que
no le permitieron continuar su debate con Eliécer Ávila. En esta carta,
Ávila propone diálogo a Alarcón.

Esta mañana me despertó la llamada de una amiga para decirme que por fin
el señor Ricardo Alarcón había pronunciado palabras referentes a nuestro
encuentro. De inmediato comencé a hacer gestiones para ver dónde podía
descargar ese post, pero nada resultó. Ya cerca de las 11:00, la
curiosidad me hizo tomar una decisión dolorosa: gastar el equivalente a
varios metros de repello de mi casita en una tarjeta para consultar
internet en el Hotel Nacional.

Señor Alarcón:

Quiero agradecerle primeramente que se haya dirigido a mí en un marco de
respeto. Ya era hora de que alguien reciprocara esa conducta.

Me veo obligado, sin embargo, a aclarar algunas cuestiones.

Primero: Al final de aquel encuentro, yo salí por otra puerta, casi en
brazos de muchos de mis compañeros, que me invitaron a comer pizzas para
celebrar y agradecerme que los hubiera representado. Usted no conversó
conmigo, nunca más lo vi.

Luego, intentaron destruirme de muchas maneras y si no fuera por el voto
y las opiniones de mis compañeros, jamás me hubiera graduado. Entre las
represalias también estuvo denegarme la posibilidad de vivir y trabajar
en La Habana. Encabronado por eso, fui a hablar con usted a la sede de
la Asamblea Nacional del Poder Popular. Su personal no me permitió verlo.

Profe: Yo me asombro y me maravillo de escucharlo a usted decir que fue
censurado y que a mí se me dio la ventaja del argumento. Yo estuve por
más de dos años sin ninguna posibilidad de hablar, jamás un medio cubano
me ha permitido expresarme, con la excepción del material de Cubadebate
que filmaron cuando aún no me había pasado nada y me necesitaban para
desmentir lo que después sería cierto.

Usted era el presidente del Parlamento. Cualquiera que ocupe un cargo
como ese en el mundo, puede citar a toda la prensa nacional o
internacional y hacer las declaraciones que quisiera. En un segundo sus
palabras le hubieran dado la vuelta al globo. ¿Quién no se lo permitió?
Me alegra saber que no he sido yo.

Por otro lado, debo decirle que mi viaje me lo debo a mí mismo. Y, en
todo caso, a los cubanos decentes y trabajadores que me invitaron uno
tras otro a compartir con sus familias en diferentes latitudes.

Uno de ellos, quien me hizo la invitación principal, y con cuya esposa e
hijos compartí la mayor parte del tiempo, fue expulsado como un perro de
aquí, de su propio país, acompañado incluso de su niña de un año, solo
por visitarme en mi campito natal y compartir con mi familia. ¿Nadie le
contó sobre eso?

En otro orden, le cuento que ya todo el que quiso en Cuba y fuera de
Cuba vio el video completo: está disponible en todos lados, completo. No
solo sus palabras y las mías, sino las de los otros muchachos que
intervinieron. Por cierto, uno de ellos, otro guajiro de Baracoa, ha
pasado casi por lo mismo que yo, incluso calabozos, y ahora ha creado
una organización para oponerse también a la gestión de este Gobierno.

Volviendo al video, según me han referido miles de personas desde
aquellos días, ver un fragmento o verlo completo les dejó la misma
impresión…

Aprovecho estas líneas para darle el recado de varios cubanos de piel
negra que viven en Nueva York. Ellos me llevaron a recorrer la Quinta
Avenida para mostrarme, no solo que nadie los expulsa, sino que muchos
de los dueños de esas tiendas son negros o emigrantes de las más
disímiles etnias y colores… El mensaje de esos cubanos fue: "Por favor
dígale a ese señor que no nos ofenda y que deje de confundir a la
juventud cubana". (Lo traigo escrito.)

La cuestión del viaje a Suecia y no a Bolivia de verdad que es pesadita
y demuestra el bajo nivel de quien lo plantea. Es obvio que yo no puedo
ir a un aeropuerto y viajar a donde yo quiera. ¡Ojalá! En cuanto alguien
en Bolivia me invite y me pague el pasaje, iré con gusto.

Mire, le voy a ser sincero, a mi tampoco me gusta mucho cuando a cada
paso me dicen en la calle: "Chama, ¿tú eres el muchacho de Alarcón?".
Pero, por suerte o por desgracia nuestros nombres pasarán a la historia
atados por un lazo muy fuerte.

Fuera de Cuba, cada vez que un periodista me lo permitió, le dije:
"¿Puede usted hacerme el favor de no preguntarme lo mismo sobre
Alarcón?". Siempre me siento mas cómodo hablando sobre lo que pienso que
debemos hacer para tener el país que deseamos. Yo he sido el cubano que
menos ha opinado sobre usted, porque aunque no lo crea, no me gusta
aprovecharme de los errores ajenos, sino avanzar por méritos propios.

Veo también que le gustan los souvenires. De haber yo tenido la
dirección de su casa, o su teléfono, o su mail o algo… seguro le hubiese
llevado de regalo uno de los excelentes libros que me obsequiaron
durante el viaje. Ah no, que lástima, ahora que recuerdo: me los
quitaron en el aeropuerto… Ni sé quién ordenó que me los quitaran. ¿No
sería el mismo que no lo dejó hablar a usted? Si lo desea podemos ir a
reclamar juntos, quién sabe si nos escuchan…

Pero bueno, aquí le dejo mi teléfono para que me llame cuando quiera y
sin interés de publicidad alguna podemos tomar un café y conversar
muchísimo en un ambiente de decencia, cultura y respeto…

Eliécer Ávila Cicia

52362995

leocuba001@gmail.com


Saludos.

Source: "Respuesta a Ricardo Alarcón | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1374011469_4242.html

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