Wednesday, July 10, 2013

Peripecias de un viaje en líneas nacionales

Peripecias de un viaje en líneas nacionales
Miércoles, Julio 10, 2013 | Por Roberto Jesús Quiñones Haces

GUANTÁNAMO, Cuba, julio, www.cubanet.org - El 11 de enero de este año,
el periódico Venceremos, órgano del comité provincial del PCC en
Guantánamo, anunció que desde el mes de marzo comenzaría a volar entre
La Habana y esta ciudad un moderno avión AN 158, fabricado en Rusia y
Ucrania. Según el propio periódico, la nave, con capacidad para 96
pasajeros, realizaría cinco vuelos semanales.

Aunque el AN 158 estuvo operativo dos meses después de lo anunciado,
desde entonces han sido muchas las cancelaciones del vuelo. El pasado
viernes, cinco de julio, fui víctima de otro de los incumplimientos de
Cubana de Aviación. Antes de viajar a La Habana había sido advertido en
el aeropuerto Mariana Grajales, en Guantánamo, de que debía reconfirmar
mi pasaje de regreso. Tal reconfirmación consiste en que el pasajero
debe ir con 72 horas de antelación a las oficinas situadas en la calle
Infanta, entre 25 y 27, Vedado, para conocer si el vuelo presenta algún
contratiempo. Por teléfono parece que dicha gestión es imposible porque
llamé tres veces y siempre respondió una contestadora automática
indicando que sería atendido, pero lo real es que nadie atendió mi
llamada. Debido a eso, la reconfirmación se convierte en incordio
–gastos de pasaje incluidos-del que se desentiende Cubana.

El martes 2 de julio, a las 12 y 30 p.m., llegué a dicha oficina. No
había más que dos o tres personas. Me atendió con prontitud un empleado
que estaba parado en el centro del salón. Me remitió a otro que estaba
sentado detrás de un buró, a la derecha de la puerta de entrada, el
cual, al parecer molesto porque me enviaran a él, me respondió que mi
vuelo no tenía problema alguno, que estuviera en el aeropuerto a las 11
y 30 de la mañana.

El viernes 5 de julio llegué al aeropuerto a las 11 a.m. Siendo las 12 y
30 p.m. todavía no había comenzado el chequeo, así que me dirigí al
departamento de información. Allí no sabían qué ocurría y me indicaron
que viera al supervisor. Éste me informó que el avión que iba a volar a
Guantánamo tenía problemas técnicos, que nos iríamos en el vuelo hacia
Santiago de Cuba que saldría a las 3 y 40 p.m.

A la 1 y 40 p.m. -hora en que presumiblemente debía estar en el aire-
comenzó el chequeo del vuelo. En el salón de última espera, a las 4 y 15
p.m., fuimos atendidos por dos trabajadores de Cubana, quienes nos
entregaron un bocadito de jamón con queso y una lata con refresco de
cola pero no nos dieron explicación alguna. A las 4 y 50 p.m. llamaron
para abordar un avión bimotor, de hélice, modelo ATRC, que nos llevaría
hasta Santiago de Cuba, lugar en el que aterrizamos a las 6 y 45 p.m.
Ninguno de los funcionarios de Cubana, interpelados reiteradamente sobre
por qué no nos llevaban hasta Guantánamo, respondió a esa pregunta. Al
llegar al aeropuerto de Santiago de Cuba ningún funcionario de Cubana
estaba esperándonos para ofrecernos disculpas por lo ocurrido o para
explicarnos cómo proseguiría nuestro viaje. A las 7 y 10 comenzaron a
entregar equipajes. A las 7 y 30 p.m. la trabajadora que atiende los
servicios sanitarios nos informó que en el parqueo estaba un ómnibus de
TRANSTUR que nos llevaría hasta Guantánamo. Luego de más de veinte
minutos parados en la acera, esperando a que abrieran los maleteros del
ómnibus, llegó un chofer y abrió el compartimiento de equipajes. En el
bus, ese mismo chofer nos informó que sólo harían dos paradas, una en la
terminal de Guantánamo y otra frente a la oficina de Cubana de Aviación
y que los pasajeros que llegaran hasta la oficina debían bajarse en la
terminal para vigilar sus equipajes, pues ellos no se responsabilizaban
con ninguna pérdida.

Llegamos a Guantánamo sobre las 9 y 10 p.m., casi seis horas después de
lo previsto. Una palabra amable, una información oportuna, habrían
causado un buen efecto, pero es evidente que a los funcionarios de
Cubana no les preocupa eso. Este suceso muestra una vez más lo
desprotegidos que están los consumidores cubanos en su relación
contractual con las empresas estatales, lo cual amerita otro comentario.

Cercano ya el congreso de los periodistas oficiales, que por estos días
hablan tanto de la necesidad de que la prensa sea objetiva, veraz, de
que el pueblo necesita ser informado, de que es necesario eliminar el
secretismo, etc, etc, sería bueno que alguno de ellos indagara sobre lo
que ocurre con el avión AN 158 que debía estar volando cinco veces a la
semana desde la capital hasta Guantánamo y todavía no ha estabilizado
sus servicios. No importa que la primicia la tenga una vez más un
periodista independiente. Lo que importa es que comiencen a ser
coherentes con lo que pregonan.

Source: "Peripecias de un viaje en líneas nacionales | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/peripecias-de-un-viaje-en-lineas-nacionales/

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