Monday, July 15, 2013

Ladrón que roba a ladrón…

Ladrón que roba a ladrón…
Lunes, Julio 15, 2013 | Por Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba, julio de 2013, Augusto César San Martín Albistur/
www.cubanet.org.- Por estos días, los Comités de Defensa de la
Revolución (CDR) realizan reuniones con el objetivo de implementar una
campaña contra la indisciplina social y las ilegalidades.

En la reunión del CDR del lugar donde resido las intervenciones se
hicieron eco del último discurso del presidente Raúl Castro, en el que
refiere la crisis de valores que adolece a la sociedad cubana.

Volcados todos a llevar a la práctica la última orden que dio el
general, omiten las verdaderas causas del desorden y el deterioro de los
valores morales.

El primer omiso fue el vecino Carlos Rafael Miranda Martínez,
coordinador nacional de los CDR, promovido recientemente al Consejo de
Estado. El funcionario exhortó a los reunidos del barrio a participar en
la próxima jornada cederista de tres días para rescatar los valores,
higienizar los lugares de residencia y eliminar las indisciplinas.

Otros participantes evocaron el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio
como guía para eliminar las ilegalidades y rescatar los valores
perdidos. Los dirigentes locales dispusieron el final de la "batalla
revolucionaria", en septiembre, mes que los CDR celebran su aniversario.

Estas reuniones son la manifestación de la hipocresía fanática, lo peor
del deterioro moral de la sociedad cubana. ¿Podrán rescatarse los
valores morales perdidos en una jornada de tres días? Ese "entusiasmo
revolucionario" es también parte de la pérdida de la honradez que acaba
de descubrir el general.

Se ve normal el robo al Estado, porque el pueblo se percató de que los
gobernantes atesoran los bienes estatales y lucran de ellos. Con esta
visión del Estado, se acomodó la máxima de "¨ladrón que roba a ladrón,
tiene cien años de perdón".

Se construye ilegalmente y se ocupan viviendas porque existe déficit
habitacional y un deterioro constructivo en más del 70% de las viviendas
de la capital.

Se incumplen los horarios laborales porque los salarios no incentivan
la productividad y se requiere realizar otras actividades para
completar la economía doméstica.

Se soborna, revende, acapara porque es parte de la supervivencia
impuesta por el sistema socialista a los cubanos, por más de medio siglo.

El gobierno acaba de descubrir que los cubanos son altos consumidores
de alcohol después de ofrecer el circo durante cincuenta años, pero con
poco pan.

Se revela con asombro que el pueblo es mal educado y destructor de los
bines sociales, después de imponer maestros sin educación en el sistema
de enseñanza. Profesores sin vocación que abandonan las aulas durante la
jornada, venden exámenes y promueven el culto al vocabulario obsceno.

Hace muchos años, los que el General-Presidente llama detractores de su
revolución, advierten sobre la pérdida de valores en la sociedad cubana.
Pero hizo falta un arrebato revolucionario para descubrir la destrucción
social.

La solución para el rescate de los valores, mediante campañas y jornadas
populares, es otra de las fanaticadas que culminará sin resultados.

La educación y el valor de la familia en la sociedad son dos de los
principales factores sustituidos, durante todo este tiempo, por
principios políticos decadentes. Rescatarlos llevará la misma
meticulosidad y tiempo que tomó al gobierno en destruirlos.

Source: "Ladrón que roba a ladrón… | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/ladron-que-roba-a-ladron%e2%80%a6/

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