Friday, July 26, 2013

Hasta 12 horas para asistir emergencias médicas

Hasta 12 horas para asistir emergencias médicas
Viernes, Julio 26, 2013 | Por Lilianne Ruíz

LA HABANA, Cuba, julio de 2013, www.cubanet.org.- Cuando la enfermedad
asalta a una familia cubana son muchos los que dependen del favor de
algún vecino con carro que te lleve al hospital. Por otra parte, los
paramédicos y enfermeros del Sistema Integral de Urgencias Médicas
(SIUM) dependen del "agradecimiento" de sus pacientes para "resolver" un
mejor almuerzo o unos pesos por encima del salario.

Juan López (ha pedido aparecer con seudónimo), para llevar a su padre al
hospital, llamó al SIUM y estuvo tres horas y media esperando que
llegara la ambulancia. La respuesta telefónica que dio el Centro
Coordinador fue: Su caso es el primero de la lista pero no podemos
resolverle.

"Al cabo de ese tiempo ya yo no daba más. Bajé a buscar a algún vecino
con carro, alguna vía para poder sacarlo de ahí", explica López. "El
tiempo pasaba y la enfermedad iba evolucionando".

Desde que se activa una emergencia médica, lo estipulado es un tiempo de
rescate de 10 minutos. Un joven trabajador de SIUM ha pedido omitir su
nombre para ofrecer su testimonio. Le llamaremos X.

Es licenciado en enfermería y cuenta que existe un sistema por clave, en
comunicación con el Centro Coordinador Provincial de las calles 44 y 17,
municipio Playa. La clave 1 significa estar en camino a la demanda. La
clave 2 indica la llegada y eso es lo que debería estar entre los 10
minutos. De la 2 a la 3 se está trabajando con el paciente. La clave 4
es el camino al hospital. La 5 significa que ya se entregó el caso y se
está listo para tomar otro.

"En realidad, nos pasamos hasta 12 horas en recoger a un paciente, pero
es que son siete bases en toda La Habana y en ocasiones hay siete u ocho
carros (ambulancias) nada más; otras veces 11 ó 12, para toda la
provincia. Por ejemplo, la base de Plaza abarca también la demanda de
los municipios Cerro, Centro Habana y Habana Vieja. Hay días, como hoy,
que solo se trabaja con una sola ambulancia".

La demora experimentada por la población es el resultado de una larga
lista de la que se priorizan los casos más graves. Pero desde la
posición del enfermero X el trabajo es continuo.

"Muchas veces, uno sale a las ocho de la mañana y son las tres de la
tarde y no hemos almorzado. La gente ofrece un refresco, alguna
merienda, incluso dinero. Otros no tienen nada que ofrecer. Algunos
están molestos por la demora y protestan. Ocurre que se notifica un caso
con fractura de cadera, pero a los 10 minutos aparece un caso con
pérdida de conciencia y la fractura tiene esperar. Si luego aparece una
cardiopatía, la fractura de cadera se va quedando rezagada".

Son pocos los cubanos que poseen un auto; ni siquiera se puede decir que
al menos un miembro de cada familia posee uno. El salario de un
trabajador es tan escuálido que no alcanza para tomar un taxi hasta el
hospital cuando se trata de urgencia médica.

Hay tres categorías de ambulancias, la intensiva, la intermedia y la
básica. Pero X nos comenta que "es posible que una ambulancia de
cuidados básicos llegue hasta un paciente grave y solo pueda verificar y
llamar nuevamente al Centro Coordinador. Luego mandan una segunda
ambulancia que tiene equipo de electro y un desfibrilador, pero no está
equipada con ventilador artificial y al paciente hay que entubarlo".

Mi cara de desconcierto le lleva a redondear: "Eso pasa".

El enfermero X trabaja en una ambulancia de terapia intensiva,
supuestamente diseñada para asistir los casos más graves de la ciudad.
Pero por el déficit de carros, ha tenido que encargarse, incluso, de
trasladar enfermos entre hospitales. "He llegado a trabajar con 14 ó 15
casos en un día, no solo de apoyo vital, sino también de lo que aparezca".

Muchos edificios de La Habana, especialmente en la zona del centro, son
de varias plantas, con escaleras muy estrechas. Después de un esfuerzo
agotador, no hay tiempo de descansar, ni hay un café antes del siguiente
llamado. Los del SIUM trabajan 24 horas. Se quejan de las condiciones de
trabajo y del menú del almuerzo: "Muchas veces te puedes encontrar con
una bandeja de harina con huevo hervido o revoltillo instantáneo, o sopa
con arroz. Los Días del Enfermero aparece un pedacito de gordo de cerdo".

Un licenciado en enfermería, del SIUM, trabajando 24 horas y descansando
48, gana entre 740 y 750 pesos mensuales en moneda nacional, equivalente
a 30 dólares. "Son como 12 ó 13 guardias al mes. Hay que poner los pies
en la tierra, uno tiene que comer y yo tengo una hija. Eso no alcanza
para nada".

Como muchos de sus colegas, X aspira a salir de misión médica (fuera del
país) para mejorar su situación económica, pero para eso deberá primero
dejar las ambulancias y trabajar como enfermero en cualquier hospital.

"El SIUM es mi vida, pero llega un curso de superación y no te pueden
liberar por falta de personal. Se estanca uno y desgraciadamente el
personal de Salud Pública si no se vuelve internacionalista no es nadie".

El sistema también cumple una finalidad política

En la Base Nacional del SIUM, con sede en la calle Árbol Seco, del
municipio Centro Habana, las cosas pintan diferente. Desde afuera se ve
un parqueo con varias ambulancias más modernas. El primer impulso de la
reportera es preguntar al personal médico que conversa en la puerta
cuántos carros posee el Servicio Nacional y qué tipo de casos atiende.
La respuesta de un médico es tajante: "Tienes que venir con un papel de
la institución a la que perteneces, a la dirección de este centro, para
recibir respuesta a esas preguntas".

Le hago saber que la población se queja de la demora y la calidad del
servicio. ''La población está muy mal educada. Esto no es un servicio de
taxis", responde.

Insisto, invocando el interés ciudadano en el asunto. La respuesta del
médico es una mentira lanzada a la cara con cinismo: "No hay conflicto
entre los intereses ciudadanos y los intereses del Estado".

El SIUM nacional es el encargado de realizar los traslados
institucionales entre provincias, pero fundamentalmente cubren eventos
internacionales u otros encargos, como el 1 de Mayo o las Tribunas
Antimperialistas. Se destinan al aeropuerto, al Palacio de las
Convenciones. Al Parlamento y a toda actividad que tenga que ver
directamente con el gobierno. Fueron los empleados de Cruz Roja cubana
los que, en la visita a Cuba del anterior Papa, Benedicto XVI, tenían a
mano las camillas destinadas a la población que pudiera "enfermar
repentinamente", como se pudo observar mundialmente, en la agresión de
un camillero a un opositor pacífico.

Los trabajadores del SIUM provincial ven a los nacionales como "gente
con poco contenido de trabajo y muy buena atención". Pero también
"filtrada ideológicamente". Un paramédico del servicio provincial que
también ha pedido anonimato explica que "hasta el chofer de la
delegación nacional ha pasado cursos de capacitación política. Hay
oficiales internos que son de la Seguridad del Estado".

Las ambulancias del SIUM nacional sí están equipadas con todo lo
necesario para enfrentar cualquier emergencia. Él mismo pidió ser parte
de ese servicio porque "esa gente come bien" y no tiene los problemas
del SIUM provincial. "Cuando el pueblo ve esas ambulancias cree estar
viendo al SIUM, pero no es así. En esos carros todos los equipos funcionan".

Source: "Hasta 12 horas para asistir emergencias médicas | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/hasta-12-horas-para-asistir-emergencias-medicas/

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