Thursday, July 11, 2013

El tigre, la serpiente y las palomas

El tigre, la serpiente y las palomas
RICARDO GONZÁLEZ ALFONSO | Madrid | 11 Jul 2013 - 9:33 am.

Archivado en: Democracia Disidencia Exilio Laura Pollán Osvaldo Cepero
Oswaldo Payá
En Cuba existen también hombres y mujeres que se enfrentan al tigre en
su propio territorio.
Para quienes amamos la libertad, beber de la Historia es un recurso
imprescindible para no morir de sed. La deshidratación política resulta
tan letal como la fisiológica. Veamos la experiencia del pasado y
pongamos en práctica algunas propuestas válidas en el presente, en pos
del porvenir democrático que no acaba de venir.

Los tiranos poseen alma de tigre, y algunos demócratas desobedecemos un
mandato bíblico: ser astutos como las serpientes y mansos como palomas
(Mateo 10:16).

Por suerte para nuestro país ha fructificado la tesis de la resistencia
cívica; y en este siglo muestra su capacidad de lucha, aunque no la de
la victoria.

El Gobierno tampoco ha triunfado. La quinta parte de la población se ha
exiliado, y un número significativo de los residentes en la Isla
depositan en el verbo emigrar su esperanza mayor; y el resto
—descontando unos pocos simpatizantes genuinos, que siempre los hay—
opta por la resignación de las palomas enjauladas: agua, guisantes y
procreación.

¿Son cobardes las palomas? No necesariamente. Solo que en la oposición
no hemos sido capaces de abrirles las jaulas. Transmitirle un mensaje
donde la esperanza no sea una espera vitalicia.

Se ha perdido medio siglo reflexionando en desayunos cívicos, almuerzos
patrióticos y cenas heroicas. Estos comensales forman un arco iris sui
generis. Sus tonalidades van del negro de los infiltrados y el gris de
los gerentes de la "Industria del Anticastrismo", quienes necesitan
mantener el statu quo (actitud que disimulan con la destreza de los
domadores de fieras, sin fieras), hasta el colorido que ofrecen los
idealistas genuinos

Confieso que a pesar de mi trayectoria periodística independiente —en La
Habana, en la cárcel y en el destierro— también he bebido en Europa
alguna taza en un coffee break hidalgo, y hasta he saboreado bocadillos
democráticos. Es mea Cuba, citando la ingeniosa frase de Guillermo
Cabrera Infante. Pero ya me siento harto.

¿No bastan veinte minutos para exponer una necesidad y designar a quien
gestionará la solución? ¿Por qué confundir democracia con retórica?
¿Pensamiento con burocracia?

Esta reunión-fobia no significa que sea contrario a los análisis
teóricos. Son ejercicios intelectuales de gran utilidad. Pero dejemos
que los ensayistas se encarguen de esos menesteres. Tienen la gentileza
de invertir en ello su tiempo, y no el ajeno; a no ser el de aquellos
lectores que voluntariamente estudiamos sus páginas.

En Cuba existen y persisten también hombres y mujeres que desayunan,
almuerzan y cenan otros alimentos que no proporcionan placer y resultan
muy indigestos: enfrentar al tigre en su propio territorio.

Es cierto que han recibido —y recibimos— el apoyo moral, material y
financiero de diferentes organizaciones de la diáspora, de ONGs, así
como de algunos países que han antepuesto su solidaridad con la
democracia a los intereses económicos que poseen en Cuba.

Cada una de esas personas e instituciones merecen nuestra gratitud. Pero
la realidad demuestra que el esfuerzo ha resultado insuficiente.

La unidad debe ser el respeto al método de lucha pacífica que cada quien
adopte dentro de la Isla. Por eso me atrevo a expresar algunas propuestas:

Los grupos que enfrentan en las calles al régimen totalitario necesitan
el suministro de elementos de propagandas eficaces. ¿Se imaginan sobre
nuestros pueblos y ciudades miles de globos elevando pancartas de nailon
con consignas a favor de un cambio político? Es humano admirar y seguir
a los valientes, siempre y cuando se enteren de la audacia.

La idea surgida en Cuba de editar revistas en memoria flash multiplicará
otros criterios diferentes al oficial. Hay que facilitarles con
prontitud miles de esos dispositivos. Naturalmente, sin menoscabar la
importancia del blog y de otros medios de comunicación, los cuales
también influyen en la opinión pública, sobre todo en el exterior.

Lo anterior no resta importancia a las iniciativas de otras
organizaciones de la sociedad civil proscrita en Cuba, a las cuales
también urge respaldar.; al igual que a los trabajadores por cuenta
propia, pues alivian las carencias de la población, y demuestran que la
iniciativa privada resulta más eficiente que la estatal.

Algunos de estos respaldos no debutan en la realidad nacional; pero,
insisto, deben ser mayores y con apremio. Los sorbos de agua solo
alivian la sed, no nos salvan de la deshidratación.

También sería oportuno realizar campañas internacionales para que
personalidades prestigiosas investiguen in situ las muertes de
naturaleza sospechosa, como las de Oswaldo Payá, Harold Cepero y Laura
Pollán.

Y por último, demandar la supresión de las sentencias dictadas contra
los prisioneros y exprisioneros de conciencia radicados en Cuba y en el
exilio.

Ningún gobierno acepta negociar o rendirse si se siente más poderoso que
sus adversarios. Que el tigre sienta ya en su cuerpo la presión de la
serpiente; una fuerza sin odio, con la mansedumbre de las palomas.

Así colaboraremos a que la fiera salte por el aro, ante el aplauso de
quienes en el exilio y en Cuba están comprometidos con la democracia.
Entonces, hasta las palomas, ya libres de sus jaulas, participarán de la
ovación.

Source: "El tigre, la serpiente y las palomas | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1373492213_4165.html

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