Monday, July 8, 2013

El fraude escolar en Cuba

El fraude escolar en Cuba
[07-07-2013]
Mario Hechavarría Driggs

(www.miscelaneasdecuba.net).- El pasado jueves 27 de junio, Granma,
órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba,
conmovía a muchos lectores con un artículo de página interior, titulado
"El daño terrible del fraude". Como no estaba firmado por un periodista,
se infiere que es la opinión expresa del partido dirigente de la
Revolución cubana.
Se trata de un fraude masivo, que obligó a repetir la prueba de
matemáticas, aplicada a los estudiantes de onceno grado en La Habana.
Adelanto que el diario cubano aborda las posibles causas desde un ángulo
moral, apelando a la necesaria "vigilancia", el "control", junto al
"honor" frente al fraude. Tenemos una historia por contar y otros
argumentos, pero antes precisemos los sucesos, según lo publicado.

- La prueba de Matemáticas aplicada a los alumnos del onceno grado en la
capital fue anulada, se detectó su copia previa y distribución
anticipada, clandestina, hacia centenares, tal vez miles de estudiantes.
No hay cifras precisadas.

- Granma ofrece el siguiente párrafo, muestra de la gravedad y extensión
del asunto:"…Algunos padres, en su afán de querer a toda costa las
mejores notas para sus hijos, hayan caído en la trampa y pagado por ese
fraude…"

- Sigue explicando el periódico oficial cubano:"…lo peor de todo, que
después los propios estudiantes incurriesen en la reventa, extendiéndose
el fraude a no pocos municipios capitalinos."

- El diario más importante del país enfatiza que "El hecho no puede
verse como un incidente menor", ofreciendo su opinión sobre las causas
posibles de estos lamentables sucesos.

En tanto la opinión del PCC apunta hacia los valores morales que están
implícitos en los hechos, debemos relatarles la extensa historia del
fraude académico en Cuba.

Una añeja tradición de civismo y elevados principios éticos, caracterizó
a los maestros cubanos, abnegados, generalmente mal pagados, sin dejar
por ello de ser los forjadores de la juventud que acometió contra la
dictadura batistiana.

El legado parecía continuarse con el nuevo impulso de la revolución al
sector educacional, hasta que llegó un plan innovador, de crear las
llamadas Escuelas en el Campo. Se ubicaron por decenas en determinados
puntos del país, como Guane en Pinar del Río, Ceiba del Agua y otros
puntos en la antigua provincia de La Habana, Jagüey Grande en Matanzas,
coronándose como muestra principal La Isla de la Juventud.

Era un experimento en grande, abarcando cientos de planteles
educacionales, con capacidad media de 500 alumnos. Las edificaciones
modernas, dentro del sistema de paneles pre-fabricados. Contaban con la
media internacional para una educación de alto nivel.

Lo novedoso fue: los alumnos permanecían internados la semana entera, a
veces el mes y en ocasiones más tiempo. Se combinaba una media sesión
diaria de clases con otra media sesión diaria de labores productivas en
los campos cercanos, generalmente plantaciones citrícolas, cuyos
productos eran destinados principalmente a la exportación.

Nunca olvidaré que en la euforia de este plan, llamado de "estudio y
trabajo", se entronizó una emulación al estilo del stajanovismo
estalinista. El Granma publicaba los resultados de la promoción escolar,
con cifras escandalosas para cualquier pedagogo marcado por la ética de
su profesión: Escuelas con el ciento por ciento de sus alumnos
promovidos. Hablo del nivel medio-superior.

En general, los porcentajes nunca bajaron del 95, considerando cientos
de planteles, cada uno con cerca de 500 educando como dije
anteriormente. Muchos maestros estaban escandalizados, pero no había
otra opción, debían plegarse a la onda porque de ello dependían sus
evaluaciones como "eficientes pedagogos. "

Aclaro que entonces no habían tentaciones monetarias detrás del evidente
fraude, eran motivaciones ideológicas, pero el mal ejemplo quedó.

Ahora nos habla Granma del "daño terrible del fraude", con orígenes
evidentemente económicos. Los maestros ganan mensualmente el equivalente
a veinte dólares, muchos alumnos son hijos de padres con ingresos muy
superiores. La crisis de valores se extiende. Lo peor es no verla y
seguir apelando a la vigilancia, el control y los principios
revolucionarios como única salida del peliagudo asunto.

Debo decir que este asunto se extiende a todo el sistema educacional del
país, desde antes de los sucesos hoy comentados, contando seguramente
con un después de ellos.

Hay maestros dignos, no faltan, tal vez amparados en un sacrificio ético
poco comprensible para muchos, dada la dolarización de la economía cubana.

El fraude académico fue aceptado desde hace muchos años, primero por
estímulos de carácter ideológico, ahora dilatado ante la crisis
económica, política y social de Cuba.

No valdrán inspectores, agregando súper-inspectores para controlar a los
anteriores. El asunto está en la esencia misma de un país que se
derrumba a ojos vista, sin la opción clara de otro mejor.

Source: "El fraude escolar en Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/51d99a7d3a682e0dd4066c89

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