Tuesday, July 23, 2013

El apartheid castrista contra el pueblo cubano

El apartheid castrista contra el pueblo cubano
En Sudáfrica los blancos reconocieron su error ... y se unieron a los
negros para edificar una nueva nación. Raúl puede (debe) hacer lo mismo,
si de verdad quiere una Cuba nueva, en la que quepan todos los cubanos.
Jorge Hernández Fonseca
julio 22, 2013

Cuba sufre 54 años de un sistema totalitario. Las cuatro principales
área en la sociedad de la isla están sometidas a un férreo control
policial. El área política está dominada por un sólo partido, que ha
establecido una dictadura de hierro contra toda la sociedad. El área
social sufre una castración en sus raíces, que impide a los miembros de
la misma desarrollar sus capacidades económicas, políticas y sociales
individuales, que no sean las que el partido decide, es decir, ninguna.
El área económica fue totalmente estatizada, de manera a cortar toda
iniciativa social sobre ella, provocando una pobreza generalizada que se
manifiesta en un racionamiento que ya sobrepasó el medio siglo de
existencia. El área ética ha sido truncada de manera tan fuerte, que la
cultura cubana pudiera decirse que ya no existe más dentro de la isla.

En muchos sentidos, pudiera asociarse el régimen cubano al apartheit
implantado en África del Sur años atrás por un grupo étnico --en este
caso los blancos-- para oprimir y tirar todo tipo de derechos al otro
grupo étnico (mayoritario) del país –los negros-- por razones que
aparecieron profusamente (como en Cuba) en la literatura, en el caso de
África del Sur fundamentos racistas, de base supuestamente
antropológica, irrigada por una filosofía (como en Cuba) que justificaba
con razonamientos mentecatos (como en Cuba) la necesidad de la opresión.

Si el apartheit sudafricano era visible en escuelas, campos deportivos,
reparticiones públicas, tiendas por departamentos y salas de teatro, en
la Cuba castrista de hoy es similar, sólo que municionada por el
marxismo --y sus derivados-- siendo que este discrimina no solamente a
los negros, sino a todos ciudadanos de cualquier raza, por el único
delito de "no ser 'del' partido".

Si el argumento sudafricano para la discriminación de los negros se
buscó en cierto tipo de filosofía antropológico-social, el argumento
castrista se encontró en la filosofía marxista, fuente en la que la
revolución cubana de los hermanos Castro fue equivocadamente a beber,
extrayendo el mantra del antinorteamericanismo como sustento de
semejante disparate.

Hay que decir que el marxismo no es solamente Hegel, Kant o Feuerbach,
como sus edulcorados y supuestamente cultos defensores suelen resaltar;
es también sobre todo, en la práctica social, Stalin, Pol Pot, y
Ceausescu, que llevaron a la práctica del día a día las más puras ideas
marxistas de opresión, horror y empobrecimiento. De la misma manera que
Newton no es solamente Galileo, Copérnico o Kepler, en sus bases, los
son sobre todo Henry Ford, Von Braun o Neil Armstrong, que dieron fe
concreta de sus postulados e ideas en el mundo real.

El antinorteamericanismo chovinista se mezcló con lo más rancio de la
doctrina marxista (la idea de una élite minúscula que asalta el poder e
impone una "dictadura buena" para evitar "el retorno al pasado")
representando en la caso de Cuba por los norteamericano y queda así
conformado el "lev motiv" para destruir material y espiritualmente la
Cuba de siempre, acabando con la rica cultura cubana, sus costumbres, su
pujanza, su vivacidad, su economía…

El apartheit castrista no puede perdurar y eso lo sabe Raúl Castro, que
intenta hacer "cambios" lampedúsicos (para que todo siga igual), lo que
nos da una guía exacta de lo equivocado de la línea marxista seguida (no
importa lo que digan, lo importante es lo que hacen). Si el propio
hermano del dictador mayor --segundo al mando de todo en Cuba durante la
destrucción de la isla-- una vez al mando quiere urgentemente cambiar,
es señal inequívoca de que el marxismo --de nuevo-- no funcionó en Cuba
como dice en el "librito" y que hay que desterrarlo.

La clave de lo anterior está en el "cómo". En Sudáfrica los blancos
reconocieron su error, hicieron su "mea culpa" y se unieron a los negros
para edificar una nueva nación. Raúl puede (debe) hacer lo mismo, si de
verdad quiere una Cuba nueva, en la que quepan todos los cubanos,
piensen como piensen. Pero no, no es lo que hemos visto que los
"marxistas" cubanos de dentro y fuera de la isla pretenden. Por todos
los medios se aferran a su doctrina disparatada, recalentando
acusaciones contra la "mafia de Miami", sobre la "derecha exiliada" y
contra todo lo que no sea continuar un camino fracasado que ha destruido
material y moralmente la Nación cubana, su creatividad, su urbanidad y
su decencia.

Yo no estoy seguro de que todavía estemos a tiempo --y todos los
implicados convencidos-- de edificar --como hicieron los sudafricanos en
su país-- una Cuba nueva y democrática. Veo los altos dirigentes cubanos
colocando sus fortunas a buen recaudo, sobre todo, los hijitos de papá
en la isla garantizando poner a su nombre en el exterior el capital del
país dilapidado por la cúpula gobernante. Veo los marxistas opositores
defendiendo todavía, desde el exterior, los mismos principios que nos
llevaron al precipicio y veo algunos oportunistas de turno, seguir la
línea del engaño a la Nación ofendida, uniéndose a inversiones de Raúl y
sus generales.

Presiento, por los signos visibles del castrato, que habrá que esperar;
primero a la muerte de Fidel, cuando el trauma nacional se manifieste.
Si es que entonces no se produce la "primavera cubana", que todos
esperamos, habrá que aguardar el último aldabonazo a la muerte de Raúl,
cuando muy difícilmente la desidia marxista se podrá mantener oprimiendo
la Nación cubana.

Source: "El apartheid castrista contra el pueblo cubano" -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-apartheit-castro-pueblo-cubano/24647.html

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