Derecho a protestar

Derecho a protestar
LUNES, 08 DE JULIO DE 2013 02:44 ESCRITO
POR ROGELIO FABIO HURTADO

Cuba actualidad, Marianao, La Habana, (PD) Mientras el derecho a
protestar no sea real, ningún otro derecho estará garantizado. Protestar
no sólo significa patalear por gusto o capricho, es estar en desacuerdo
total o parcial con una acción ajena.

En las sociedades no-totalitarias se da por sentado la existencia de
leyes y de tribunales que las hacen cumplir equitativamente.

Con frecuencia, estas leyes son interpretadas a favor de los más
acaudalados, pero aún así, quien se siente víctima de injusticias tiene
adonde acudir.

En el tipo de sociedad totalitaria establecida en el pasado siglo, este
derecho no existe, porque el Poder totalitario es juez y parte. Así, el
ciudadano con frecuencia no tiene ni la menor idea de poseer algún
derecho que lo proteja de los abusos del totalitarismo.

En última instancia, solamente el Supremo Jefe cuenta con derecho a
errar, porque es por definición el que manda más y nunca se equivoca. No
tarda en convertirse en esclavo de sí mismo.

Recuerdo mi primera y única juventud. Giovanezza, como se dice en
italiano. Entré voluntariamente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias en
la primavera de 1963. La realidad no resultó lo que esperaba ni tampoco
fui yo el recluta esperado. Salí en la primavera de19 65, apenas con 19
años.

La FAR no se interesó por mí y empecé a trabajar en la limpieza de un
hospital en La Víbora, a unas dos cuadras del Instituto
Pre-universitario que abandoné por irme al ejército. Algo parecido le
ocurrió a mi amigo Rafael Tamayo, quien falleció hace algunos años en Miami.

Yo matriculé entonces Francés en la escuela de idiomas "Abraham
Lincoln", en El Vedado, con mucho entusiasmo. Aprobé el primero y el
segundo año sin dificultades. Al comenzar el tercer año, pidieron una
carta del CDR donde se declarase que uno era miembro activo del mismo.
Aquí tropecé con el totalitarismo. Sucedía que en mi familia materna,
nadie era integrante de la famosa organización de masas. Por tanto, la
buena señora que lo presidía podía afirmar que yo era una persona
tranquila y de buenas costumbres, pero no estada integrado a su CDR. En
la escuela no podían conformarse con esa media tinta. A los pocos días,
con verdadera tristeza, tuve que cerrar mi Mauger -creo que así se
llamaba el cuaderno de estudios- y dejar de asistir a la Lincoln.

No era posible protestar. Como aún blasonan ellos, "la Universidad es
para los revolucionarios". Esa fue mi primera frustración.

Poco después, conseguí infiltrarme en un cursillo de verano para la
formación urgente de profesores de español de nivel secundario, donde al
menos para empezar, no exigían la célebre cartica. Me empeñé de lleno,
obtuve excelentes notas y recomendaciones de las profesoras pero para
ser ubicado era requisito ser aprobado en una entrevista a cargo de un
dúo del Partido, celosísimos guardianes de la pureza ideológica que no
creyeron en notas ni en recomendaciones: la carencia de compromiso
revolucionario hizo imposible mi incorporación al MINED.

Sin embargo, conseguí entrar en la enseñanza de adultos. Me admitieron
como profesor en la Facultad Obrera –Campesina que funcionó en el Puerto
Pesquero de La Habana, donde desplegué mi virtud docente a lo largo de 8
años.

Cuando ya me creía definitivamente incorporado a un empleo dentro de la
Revolución, se me ocurrió interesarme un poco exageradamente quizás por
el marxismo revolucionario y ahí mismo se jodió la bicicleta.

Sólo pude protestar casi diez años después, cuando vino a Cuba la Alta
Comisión de la ONU para los Derechos Humanos. Entonces, presenté mi
testimonio pero apenas obtuve un certificado de agradecimiento por parte
de la susodicha institución, que nunca me ha servido de nada.

Desde entonces, estoy definido como disidente y nadie se preocupa de
pedirme carticas de nadie. Al menos, puedo protestar por escrito todas
las semanas.

Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com

Source: "Derecho a protestar | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente." -
http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/7940-derecho-a-protestar.html