Wednesday, July 10, 2013

Aleida y Alicia, chivatas persistentes

Aleida y Alicia, chivatas persistentes
Miércoles, Julio 10, 2013 | Por Juan Carlos Linares Balmaseda

LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Aleida Godínez Soler y Alicia
Zamora Labrada conforman la pareja que se infiltró entre los activistas
cubanos de los derechos humanos y que, durante los juicios de la
Primavera Negra, actuaron como denunciantes.

Después de destaparse como chivatas (pues nunca mostraron rango militar
que las acredite como agentes encubiertas de la Seguridad del Estado),
el régimen regaló una casa para cada una de ellas y un auto Lada para
uso común.

Las chivatas permutaron sus casas, canjeadas por una enorme, donde hoy
viven juntas, en la calle Atlanta # 41, entre Hatuey y Coliseo, en La
Palma, municipio de Arroyo Naranjo. Esta vivienda cuenta con tres
plantas, siete dormitorios, tres cuartos de baños, un garaje, una
espaciosa terraza en la tercera planta, patio de tierra y otras comodidades.

Desde que se mudaron, hace unos tres años, ocupan los cargos de
presidenta y jefa de vigilancia del CDR. Aleida, con sus galopantes
groserías, ha llegado a vociferar:

-¡Por mis cojones, yo voy a enderezar esta cuadra!

Intuyen que el régimen castrista no caerá, por la sencilla razón de que
ya se vino abajo y se pudre en el suelo, aunque conserva su dominio, a
la fuerza. Así que continúan sintiéndose protegidas, y, en el afán por
seguir convirtiendo las patrañas en verdades, se han dedicado a exhibir
videos en la casa sobre sus "hazañas" como vulgares delatoras.

En la acera de enfrente vive Roberto Ferrer Gener, cuya familia está
integrada por siete adultos y dos menores, que conviven hacinados en un
diminuto e infrahumano cuartucho de madera. Un día, a la entrada de su
vivienda, él conversaba con dos amigos, Andrés e Isaac; este último
radica en Estados Unidos y estaba de visita. Roberto notó que Alicia los
fotografiaba y, al pedir explicación, obtuvo una fatua justificación: Le
dijo que su cámara es profesional y que apunta para un lado y salen
fotos de otro.

En otra de sus vulgares perretas, Aleida le voceó a su vecino de al lado:

-¡Por mis cojones voy a tumbarte ese baño!

El vecino es un pastor evangélico, muy decente. En su casa templo se
reúnen feligreses, por lo que necesita un baño en el patio. Pero tuvo
que renunciar a la necesidad, por la imposición de Aleida.

Además de molestarles las sesiones del culto, a la pareja les disgusta
que los niños jueguen en la calle; les incomoda la música que escucha
otro vecino, les fastidia el tipo de gente que se reúne en la ponchera
privada de enfrente. No obstante, se les ha visto en el trapicheo
ilegal, con gasolina.

Recientemente, Aleida denunció a casi todos los hombres de la cuadra.
Alegaba que le estaban tirando huevos y otras cosas a su casa. Al final,
todo quedó en la amenaza, pues los convocados, según iban llegando al
sector policial, los regresaban a sus hogares, mientras Aleida y Alicia
no asomaron las caras.

Por chivatas, groseras y problemáticas, se han convertido en las vecinas
más indeseables del barrio. Aunque siguen creyéndose las dueñas del entorno.

Source: "Aleida y Alicia, chivatas persistentes | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/aleida-y-alicia-chivatas-persistentes/

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