Thursday, August 9, 2012

Para quién son los aviones?

¿Para quién son los aviones?
Martes, 07 de Agosto de 2012 00:21
Escrito por Odelín Alfonso Torna

Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Se rumora que hijos, nietos u otros
familiares de altos funcionarios cubanos, huyen en desbandada hacia
Europa y Estados Unidos. Obviamente para ellos no media la controvertida
"tarjeta blanca" ni carta de invitación alguna. Tampoco son perseguidos
políticos.

También se comenta que el desespero de Raúl Castro por salvar éste
desastre llamado revolución, lo ha llevado a diseñar su huída en el
IL-86 presidencial, dicen que a tanque lleno y con destino a Rusia.
Falso o no, el panorama actual de Cuba no exige otra cosa sensata para
quien sea que esté frente a éste barco-revolución a la deriva o a punto
de hundirse.

Pero en barco anegado es imposible sacar el agua a jarritos. Por más que
se quiera encausar a los corruptos y justificar al dedillo la
eliminación de disidentes, por las viejas fisuras brotarán otros.

El crimen político cometido contra Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero
Escalante, ambos del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), el 22 de
julio pasado, queda concluso para sentencia.

Es posible que el régimen comunista mantenga que los verdaderos
contrarrevolucionarios sean sus empleados corruptos. Sin embargo, no es
lo más preocupante. El movimiento disidente y la prensa independiente
crece en número y no se doblegan ante el crimen político y los arrestos.

Definitivamente estamos viviendo el principio del fin de una dictadura
que nunca tuvo apoyo moral e ideológico, más bien pagó y paga por
conseguirlo.

Quienes pudimos asistir a los funerales de Oswaldo Payá, sentimos la
sensación de repugnancia hacia el gobierno. Las trágicas muertes de
Miguel Valdés Tamayo, Orlando Zapata Tamayo, Adrián Leiva, Wilfredo Soto
(El Estudiante), Laura Pollán y Wilmar Villar Mendosa -precisamente con
Raúl Castro en el poder- nos dejan igual sabor.

"Casualmente", en un lapso de nueve meses y nueve días, en Cuba han
muerto dos premios Andréi Sajarov, Laura Pollán (2007) y Oswaldo Payá
Sardiñas (2002), ambos líderes de la oposición interna. En ninguno de
los dos casos, al menos hasta ahora, el régimen ha emitido sus condolencias.

Respecto al accidente automovilístico que sufrió Oswaldo Payá el pasado
22 de julio y ante la presión internacional por esclarecer los hechos,
el gobierno se vio obligado a emitir -después de cinco días- un dictamen
pericial, algo atípico en nuestros medios informativos.

En la nota informativa del Ministerios del Interior sobre el accidente,
que se dio a conocer el 27 de julio por el noticiero televisivo del
mediodía, se dictaminó que el conductor del vehículo, el español Ángel
Francisco Carromero Barrios, iba a una velocidad superior a los 120
kilómetros/hora en un tramo de carretera sin pavimentar. Las
declaraciones de los testigos presenciales, José Antonio Duque de
Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra Arjona y Wilber Rondón Barrero,
confirman lo mismo. Más nada que aportar.

En cuanto a los sobrevivientes, el español Carromero Barrios no se
acuerda a qué velocidad iba y el sueco, Jeans Arón Modig dormitaba.

Pero en medio de este barco a punto de zozobrar, es bueno prevenir otras
muertes de laboratorio, enmascaradas en falsos peritajes que se
reproducen por la televisión oficial y la prensa plana. Desde luego que
no faltarán los comentarios patéticos, los falsos testigos o algún
expediente delictivo de la víctima, como sucedió en los casos de Orlando
Zapata Tamayo, Wilfredo Soto y Wilmar Villar Mendosa.

Apenas se abre otro episodio de violencia, arrestos, difamaciones y
crímenes políticos bien diseñados. La oposición interna sabe que no
tiene aviones a tanque lleno para escapar y quizá la Iglesia Católica
cubana, reacia a reconocerla como representante de los cambios que
vienen, comience a divorciarse del poder. Enhorabuena.

Para Cuba actualidad: odelinalfonso@yahoo.com


http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/117-politica/4844-ipara-quien-son-los-aviones-.html

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