Monday, August 13, 2012

La sexualidad de Fidel Castro, un secreto de Estado

La sexualidad de Fidel Castro, un secreto de Estado

Ya sé que la vida sexual de ciertas celebridades, o individuos famosos,
despierta el morbo en la generalidad de los lectores...
Juan Juan Almeida
agosto 13, 2012

Un 13 de agosto, pero de 1926, nació Fidel Castro en Birán. Por
supuesto, no es mi intención repetir la aburrida historia de Ángel
Castro y Lina Ruz, ni hablar del tardío bautizo de un niño a quien las
alabanzas terminaron convirtiendo en psicópata por cuenta propia.

Tampoco pienso disertar sobre su juventud, su historia del Moncada, el
Granma, la llegada al poder o su obsesiva y febril motivación por
mantener vigente la tensión con los Estados Unidos. No voy a platicar de
sus hijos, hermanos, sobrinos, nietos, ni bisnietos. Mucho menos
describir los negocios familiares que por rozar lo criminal, son
bastante complicados. Hoy prefiero referirme a esa parte omitida (o
mejor dicho, eliminada) de la interminable biografía de tan polémico
personaje, distante, conversador y arrogante. Un hombre que siente una
rara afición por lo simbólico estrafalario. Dueño de un verbo amplio y
contundente, de personalidad magnética, con evidente desprecio por el
cubano; el campeón en hacer difícil lo imposible.

Ya sé que la vida sexual de ciertas celebridades, o individuos famosos,
despierta el morbo en la generalidad de los lectores, aunque para otros
sea intrascendente, pero queramos o no, la sexualidad es parte de la
vida, incluso para esos que hacen carrera ocultando la propia, y
escudriñando en la ajena.

Dice un refrán popular: La diferencia correcta entre el cazador y su
presa, no siempre está del todo clara.

Según escuche hace algún tiempo, el líder tenía algunos problemillas
para relacionarse con el sexo femenino. Conociendo este detalle les
cuento; que en los lejanos años 70 a raíz del pavoroso "fervor
revolucionario" visitaron la isla varias féminas conocidas del mundo del
espectáculo, el arte y la literatura, con el único objetivo de conocer
personalmente al mítico barbudo y de paso brindarle un voluntario y
amistoso encuentro cuerpo a cuerpo. Corrían por entonces muchas
historias sobre la potencia viril del Comandante en jefe. Algunas
tuvieron suerte y disfrutaron de la compañía del héroe de la Sierra,
pasearon en yate, fueron de cacería, nadaron en las azules aguas de
Varadero, incluso como la Lollobrigida, que disfrutó de un excelente
paseo por la campiña cubana con Fidel de chofer, y un reloj Rolex de
regalo incluido. Pero Gina, se fue tal cual llegó, con los deseos. Eso
de hacer acto de varón, no se le da bien al Comandante.

Paso el tiempo, y una indiscreta conversación en mi presencia me reveló
la verdad del mito. En segundos se esfumó lo que por años creímos, el
Gran Líder, supuesto símbolo de virilidad mundial, padecía de
eyaculación precoz y era secreto de estado.

Su obra maestra, la "Revolución Cubana", la destrucción de nuestro país,
ahí volcó toda su insatisfacción. Una extraña guerra invisible donde
fallaron los tiros y subieron las ganancias. Las armas y el espíritu
belicoso llenaron el vacío de una pesada y eterna disfunción sexual. Por
suerte hoy, cuando sople las velitas de su ochenta y seis onomástico, si
tiene alguna contracción, será sólo ventricular.

http://www.martinoticias.com/content/article/13685.html

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