Tuesday, April 24, 2012

Ecos de la VI Cumbre de las Américas

Ecos de la VI Cumbre de las Américas
Martes, Abril 24, 2012 | Por Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -"Los pueblos de América tiene
derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y
defenderla".

"La democracia es esencial para el desarrollo social, político y
económico de los pueblos de las Américas".

Carta Democrática Interamericana, Artículo 1

Aunque han transcurrido varios días de la celebración de la VI Cumbre de
las Américas en Cartagena de Indias, Colombia, los debates y análisis
sobre los resultados del conclave continúan. Ahora resultó más evidente
que la agrupación ALBA, formada por países que giran en la órbita de
la Venezuela de Chávez, tiene como prioridad absoluta la desintegración
del Sistema Interamericano, para sustituirlo por otro mecanismo
"Latinoamericano- Caribeño", que excluiría a Estados Unidos y Canadá,
las naciones más avanzadas del continente, con el propósito de imponer
una agenda populista y liquidar los obstáculos legales- como la Carta
Democrática Interamericana- que impiden dar rienda suelta a sus ansias
de poder absoluto sobre los pueblos del subcontinente.

En esta cumbre utilizaron la no invitación al gobierno de Cuba y el
diferendo entre Argentina y Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas como
elementos divisionistas. En el caso de la mayor de las Antillas
exigieron su presencia e indicaron que a la próxima cumbre no asistirían
si no fuera invitada. Con ello soslayan que en la Tercera Cumbre de las
Américas, efectuada en Quebec, Canadá, del 20 al 22 de abril de 2001, se
adoptó una cláusula democrática que establece que cualquier alteración o
ruptura inconstitucional del orden democrático en un estado del
hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del
gobierno de dicho estado en el proceso de cumbres de las Américas. Esta
cláusula democrática existe también en los mecanismos regionales y
subregionales, y expresan los mismos objetivos.

Asimismo esos conceptos fueron recogidos en la Carta Democrática
Interamericana, adoptada en la Asamblea General de la Organización de
Estados Americanos, en Lima, Perú, el 11 de septiembre de 2001. En el
Artículo 3 de la Carta incluso se precisaron con claridad los elementos
esenciales de la democracia representativa, entre otros, "…el respeto a
los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder
y su ejercicio con sujeción al Estado de Derecho; la celebración de
elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal
y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural
de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia
de los poderes públicos". Por otra parte en el Artículo 4 se califican
como componentes fundamentales del ejercicio de la democracia "…la
transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la
responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por
los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa". Además
entre otras cosas habría que agregar que en el Artículo 10 se establece
que "La promoción y el fortalecimiento de la democracia requieren el
ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores…",
inexistente en Cuba donde se violan los derechos laborales, los salarios
son insuficientes para vivir, está prohibida la libre organización de
sindicatos independientes y perseguido cualquier intento de huelga o de
protesta pacífica.

Ninguno de esos preceptos democráticos son cumplidos en Cuba. Por el
contrario, el gobierno ha confirmado recientemente su vocación
totalitaria. En la Primera Conferencia del Partido Comunista de Cuba,
realizada en enero pasado, esta organización autocalificada como
vanguardia de la sociedad cubana ratificó el unipartidismo y su apego al
marxismo-leninismo, más recientemente, a fines de marzo, el
vicepresidente del gobierno Marino Murillo expresó que en Cuba no habrá
cambios políticos. Esto ha venido acompañado de campañas masivas de
persecución a pacíficos ciudadanos que protestan por la situación
imperante en el país y por la total falta de libertad imperante tras 53
años de totalitarismo. Entonces resulta incomprensible que si el
gobierno proclama su vocación antidemocrática, se quiera que participe
en una reunión donde está firmemente establecido el respeto a los
principios democráticos.

Es lógico que los aspirantes a dictadores permanentes que hoy rigen los
destinos de los países del ALBA, deseen adulterar las bases de estas
cumbres. Pero es incomprensible que dignatarios de otras naciones de
América Latina y el Caribe hayan mantenido posiciones vacilantes con
respecto a la inclusión del gobierno cubano, cuando para todo el
continente está claro que en Cuba no hay ningún atisbo de libertad.
Esto prueba la falta de solidez democrática que sigue prevaleciendo en
el continente y el peso que todavía tienen las corrientes populistas y
demagógicas, incluso en algunos gobiernos que pretenden un papel más
preponderante a escala planetaria.

Para los cubanos no es sorpresa esas actitudes vacilantes y oportunistas
de algunos países del área. Desde hace muchos años se observa el desdén
hacia los sufrimientos de nuestro pueblo. La inmensa mayoría de las
embajadas de los países caribeños y latinoamericanos rechazan los
contactos con los perseguidos disidentes y hasta algunos pretendidos
líderes de la región se han negado a hacer gestiones para evitar la
muerte de pacíficos presos políticos. Indudablemente habría sido
comprensible que se tratara el tema del embargo de Estados Unidos a
Cuba, condenándolo como un mecanismo inútil que sólo ha servido de
coartada al totalitarismo para justificar la represión y culparlo del
desastre causado por la aplicación de un modelo económico, político y
social fracasado. Pero al mismo tiempo de pedir al gobierno
norteamericano que termine esa política absurda, censurada por la
Iglesia católica estadounidense, deberían exigir con firmeza el respeto
a los derechos humanos y el avance de un verdadero proceso
democratizador a las autoridades cubanas, y no continuar sordos, ciegos
y mudos ante los desmanes totalitarios en la Isla.

No obstante, los esfuerzos de los países del ALBA y otros por
obstaculizar una verdadera integración del continente han fracasado. El
15 de mayo entrará en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Estados
Unidos y Colombia y pocos días después el suscrito con Panamá. Con
excepción de Ecuador, todos los países de la subregión, ribereños con el
Océano Pacifico, tendrán acuerdos de este tipo con Estados Unidos, pasos
sumamente importantes para el desarrollo comercial, inversionista y
tecnológico de las naciones latinoamericanas implicadas. Los esfuerzos
del obstruccionismo y el aislamiento están condenados al fracaso en un
mundo cada día más interdependiente.

http://www.cubanet.org/articulos/ecos-de-la-vi-cumbre-de-las-americas/

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