Friday, December 23, 2011

Obispo de Baracoa-Guantánamo pide acabar con el miedo

Obispo de Baracoa-Guantánamo pide acabar con el miedo

En el mensaje navideño el prelado pide "sacar de nuestras casas, o mejor
de nuestras vidas, el egoísmo que nos paraliza y los miedos que nos
impiden cambiar lo que tengamos que cambiar en cada uno de nosotros y a
nuestro alrededor".

martinoticias.com 23 de diciembre de 2011

Baracoa

Radio Baracoa, la emisora de la ciudad primada de Cuba emitió este
jueves el mensaje navideño de Monseñor Wilfredo Pino, obispo de la
diócesis Guantánamo-Baracoa.

En el mensaje el prelado llamó a los cubanos a anteponer "los problemas
del país" a los personales, a fin de construir "una Cuba nueva" y
recalcó "que cada cubano no piense tanto en 'sus problemas' sino en los
problemas del país que tenemos la obligación de solucionar".

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Mensaje de monseñor Wilfredo Pino Estévez, Obispo de la Iglesia Católica
de Guantánamo-Baracoa, con motivo de la navidad y año nuevo 2012

Queridos hijos de esta amada Diócesis de Guantánamo-Baracoa: Agradezco
la oportunidad de poder hablarles por la radio: mañana es Nochebuena y
pasado Navidad. Y estamos a punto de comenzar un nuevo año.

Desde hace varias semanas, los arbolitos de Navidad con sus luces
intermitentes, adornan algunas tiendas en no pocos de nuestros hogares.
Lástima que, en muchos sigue faltando lo principal, el protagonista de
esta historia: la imagen del pequeño Niño Jesús. Porque la Navidad es la
fiesta que nos recuerda el nacimiento de Jesucristo, hace más de dos mil
años, en un pequeño pueblo que todavía hoy se llama Belén.
Acontecimiento que dividió la historia del hombre en "antes de Cristo" y
"después de Cristo", y que también ha cambiado la vida de muchos hombres
y mujeres que ahora hablan de lo que eran ellos antes de conocerlo y de
lo que son ahora.
Esta Navidad es la 2011 de la historia. Ningún otro acontecimiento se ha
celebrado tantas veces sin que aburra. Muchas familias cubanas, incluso
en años que era un día laborable, supieron mantener esta tradición. En
estos días navideños todos nos deseamos felicidades, tratamos de
visitarnos, de reunirnos "en casa de los viejos", de tener una comida
juntos, de preparar los pequeños regalos de los niños para el 6 de
enero, Fiesta de los Reyes Magos. También son días especiales para
perdonarnos, para reconciliarnos, para volvernos a hablar si es que
estábamos peleados…

Después de la Navidad celebraremos la fiesta de Año Nuevo y la Iglesia
nos invitará a rezar por la paz. En Cuba, gracias a Dios, no hay un
conflicto bélico, pero no podemos ocultar que las noticias sobre actos
violentos llegan con cierta frecuencia a cada pueblo cubano. ¡Cuántas
familias nuestras viven en una constante guerra! ¡En cuántos de nuestros
hogares el amor se ha enfriado y han surgido el maltrato, las malas
palabras, los golpes…! Por eso tenemos que rezarle al Niño de la
Nochebuena. Él viene desarmado. No amenaza. No usa la fuerza. No se
impone, se ofrece. Él es el Príncipe de la Paz. Recemos para que se haga
realidad en nuestras casas el canto que se escuchó en Belén, en la
primera Nochebuena de la historia: "Gloria a Dios en el cielo y en la
tierra paz a los hombres que ama el Señor" (Lc. 2, 14).

Con la llegada del año, viene a nuestra memoria el refrán que todo
cubano ha dicho u oído alguna vez: "Año nuevo, vida nueva". Hay en esta
afirmación un vivo retrato del deseo que tenemos de empezar bien el año,
de ordenar la casa y las cosas de nuestra vida, de no repetir errores.
¡Ojalá que en el 2012, si no lo hemos hecho ya, le abramos de par en par
las puertas de nuestro corazón a Jesucristo! ¡Ojalá que comencemos este
nuevo año perdonando de corazón al familiar, al vecino, al compañero de
trabajo o de estudio que nos ofendió! ¡Ojalá que sepamos multiplicar
iniciativas para reunir en estos días a nuestros familiares alrededor de
una misma mesa o juntos en una iglesia o casa de misión! ¡Ojalá que en
estos días valoremos más nuestros apellidos que nos recuerdan a qué
familia pertenecemos y a qué familiares debemos proteger! ¡Ojalá que de
manera especial tengamos un gesto para con las personas conocidas que
viven solas y no tienen a nadie con quien compartir y los invitemos a
comer o salir con nosotros! ¡Que sepamos tener "un cariñito" en estos
días para con los más ancianos, los presos y los enfermos sin familia!

Ojalá que el 2012 sea realmente un año nuevo que deje atrás todo lo
viejo, todo lo malo. Hay cubanos que, en la noche del 31 de diciembre,
botan un poco de agua a la calle deseando que se vaya lo malo de la
casa, de la familia… Nosotros, los cristianos, sin botar el agua,
podríamos tener el mismo deseo y convertirlo en una oración confiada a
nuestro Dios que podría ser ésta:

"Ayúdanos, Señor, a sacar de nuestras casas, o mejor de nuestras vidas,
el egoísmo que nos paraliza y los miedos que nos impiden cambiar lo que
tengamos que cambiar en cada uno de nosotros y a nuestro alrededor.
Ayúdanos para que sepamos eliminar de nuestras vidas el lenguaje duro y
sin misericordia que usamos contra los demás. Danos un corazón generoso
que no se canse de perdonar a quienes nos ofendan. Saca, Señor, de
nuestros hogares toda discordia y todo maltrato. Ayúdanos a borrar
definitivamente de nuestra vida familiar el divorcio, los abortos, el
adulterio, los celos, los malos ejemplos y, sobre todo, la vida sin Dios"

En estos días especiales, debemos rezar, una vez más, por toda Cuba y
los cubanos. El beato Papa Juan Pablo II cuando nos visitó en 1998 pidió
"que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba". Debemos insistir
aún más en ello. Hoy, 13 años después, también sería necesario que los
cubanos aprendiéramos a abrirnos más a los otros cubanos. Que sepamos
aceptar a los cubanos que piensen de manera diferente a nosotros. Que
veamos en el diálogo honesto y sincero un camino ideal para encontrar
soluciones a nuestros problemas internos. Que cada cubano no piense
tanto en "sus problemas" sino en los problemas del país que tenemos la
obligación de solucionar.

Para todo ello, mucho nos ayudará el vivir la virtud de la esperanza.
Ella inspirará nuestros actos, los purificará, los ordenará hacia la
construcción de una Cuba nueva. La esperanza nos protegerá del
desaliento, nos sostendrá en el desfallecimiento y dilatará nuestros
corazones en la espera de la felicidad eterna. Recordemos que la
esperanza se sustenta en el Dios que nunca nos falla y que todo lo
puede, en el Dios que nos manda a amar a los demás como él mismo nos amó
(Jn. 15, 12).

Que nuestra esperanza esté puesta en Dios para poder al mirar al cielo
más allá de las nubes que, a veces, nos ocultan el sol. Gracias a la
esperanza avanza la humanidad. Gracias a la esperanza cada hombre
encuentra respuesta ante la vida y la muerte, la salud y la enfermedad,
el amor y la violencia. El símbolo de la esperanza es el ancla, o sea,
lo que sostiene firme una nave en medio de la tormenta. La persona que
vive con esperanza no está cruzada de brazos ni se sienta a ver qué pasa
o qué regalo cae del cielo. La esperanza es activa. Pidamos a Dios que
en cualquier situación difícil que se nos pudiera presentar en este
nuevo año confiemos en las palabras de Jesucristo: "Yo estaré con
ustedes todos los días" (Mt. 28, 20). Y que tampoco en medio de la
adversidad se nos olvide la sabiduría popular escondida en la afirmación
de nuestros abuelos: "Siempre que llueve, escampa".

En los días de este nuevo año, cada cubano debe sentirse llamado por
Dios al abrazo fraterno, a dar la mano, a crear puentes de amor, a
abrir sus corazones al perdón y a la acogida olvidando ofensas,
acallando rencores, "pasando páginas" y llamando hermano al otro para,
juntos, construir una Cuba mejor.

Jesucristo nace para que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Jn.
10, 10), para que seamos felices. Confiemos en El que sabe lo que
necesitamos, que desea lo mejor para cada uno, y que no nos quiere ni
desesperados ni angustiados sino felices, llenos de esa alegría que nace
del verdadero amor y de la confianza en Dios, que procura y puede
realizar lo mejor para los hombres.

No quiero terminar sin dar gracias a Dios, junto con ustedes, por la
gran noticia que todos recibimos con alegría y emoción: que el Papa
Benedicto XVI vendrá a Cuba, como un peregrino más, para hacer lo mismo
que hacemos los cubanos cuando estamos delante de la bendita imagen de
nuestra Patrona, la Virgen de la Caridad: agradecerle y pedirle su
intercesión. ¡Qué emocionante será para nosotros poder ver al Santo
Padre rezar de rodillas delante de la Madre de los cubanos y, tal vez,
encenderle una velita como expresión de su cariño y su deseo de que ella
siga velando por nuestra Patria cubana y llevándonos a los cubanos al
encuentro con Jesucristo, su divino Hijo!

Queridos hijos e hijas: Este año 2012 promete ser lindo y conmemorativo
y, por tanto, lleno de júbilo. Se celebrarán los 400 años del hallazgo,
en la Bahía de Nipe, de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad y
su presencia entre nosotros. Todos estamos llamados, durante el año, a
peregrinar a su Santuario del Cobre. Desde ahora, cada uno de ustedes
debe sentirse invitado a ir por medios propios o en los viajes que se
coordinarán en cada comunidad, para lo que deben conversar con los
sacerdotes, monjas y diáconos que ustedes conozcan. El Santuario del
Cobre, ya bellamente restaurado gracias, en parte, a la ayuda económica
de ustedes, nos abrirá sus puertas, de manera especial para nuestra
Diócesis de Guantánamo-Baracoa, durante todo el mes de mayo. Allí nos
esperan y allí, con el favor de Dios, esperamos vernos.

Termino dándoles una bendición por la Navidad. Que ella vaya
especialmente sobre los enfermos, los presos, los minusválidos, los que
viven solos, los que están lejos de su familia y de su tierra cubana,
los abuelitos de los Hogares de Ancianos, los que sufren, los que se
sienten tristes, los que lamentan la muerte reciente de un ser querido,
y los que han perdido la alegría que nace de la virtud de la esperanza.
¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!

Y que la bendición de Dios todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre todos y los acompañe hoy, mañana y cada día del próximo
año. Amén.

http://www.martinoticias.com/noticias/Envia-mensaje-de-Navidad-y-Ano-Nuevo-el-Obispo-de-la-ciudad-primada-de-Cuba--136135853.html

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